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El pueblo mágico de Andalucía que tienes que descubrir este otoño: un precioso municipio blanco a los pies del pico más alto de Málaga
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El pueblo mágico de Andalucía que tienes que descubrir este otoño: un precioso municipio blanco a los pies del pico más alto de Málaga

Entre desfiladeros, pasarelas colgantes y calles encaladas se oculta uno de los pueblos más cautivadores de la Axarquía. Un destino donde la sierra, el legado andalusí y la calma rural crean una escapada mágica

Foto: El pueblo mágico de Andalucía que tienes que descubrir este otoño. (Ayuntamiento de Canillas de Aceituno)
El pueblo mágico de Andalucía que tienes que descubrir este otoño. (Ayuntamiento de Canillas de Aceituno)

Este otoño, los viajeros que buscan un pueblo blanco con encanto, tradición y naturaleza tienen una cita en la Axarquía. A los pies del pico más alto de Málaga, en pleno Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, aguarda un casco histórico morisco, miradores con panorámicas al Mediterráneo y senderos tan singulares como El Saltillo. Entre balcones floridos, pasarelas de vértigo y sabores de sierra, la experiencia combina patrimonio, montaña y gastronomía local, ideal para una escapada corta con mucha autenticidad.

Hablamos de Canillas de Aceituno, un municipio que conserva el trazado andalusí y un ambiente sereno de villa serrana. Su ubicación, bajo la imponente La Maroma, multiplica las posibilidades para el senderismo y las rutas de naturaleza. Desde sus calles encaladas parten caminos tradicionales que se adentran en gargantas y roquedos, mientras que el recorrido de El Saltillo salva paredes rocosas mediante pasarelas, regalando vistas únicas sobre barrancos y valles. Todo ello, sin renunciar al ritmo pausado de sus plazas y a la hospitalidad de un destino donde el turismo rural crece, pero mantiene su esencia.

El perfil urbano, homogéneo y bien conservado, revela el peso de la Ruta Mudéjar en la identidad del pueblo. En el paseo aparecen las algorfas de calle Agua y calle Calleja, además de joyas civiles como la Casa de los Diezmos o Casa de la Reina Mora, ligada al histórico comercio de la seda 'azeytuní'. También destaca la Casa Esgrafiada, con motivos moriscos y torre-mirador, y el Aljibe Árabe, testimonio de la cultura del agua en la villa. Además, la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario del S. XVI, de estilo gótico-mudéjar. Desde el mirador del castillo se aprecian vestigios de la antigua fortaleza que dominaba el conjunto, hoy integrada en un paisaje de callejuelas estrechas, rejas engalanadas y fachadas encaladas.

La vida local late en sus celebraciones y en un recetario de sierra con sello propio. La morcilla canillera —con cebolla— protagoniza el Día de la Morcilla, Fiesta de Singularidad Turística; y el célebre chivo de Canillas resume la identidad gastronómica de la zona, junto a platos como migas, ajoblanco o potaje de hinojos. A ello se suman citas como la Romería de San Isidro y la devoción a la Virgen de la Cabeza, que recorren las calles entre balcones floridos. Para el viajero, el plan es claro: combinar patrimonio mudéjar, rutas por la garganta del río Almanchares y sabores tradicionales, aprovechando la luz templada del otoño y la cercanía de los miradores que dominan la costa oriental malagueña.

Este otoño, los viajeros que buscan un pueblo blanco con encanto, tradición y naturaleza tienen una cita en la Axarquía. A los pies del pico más alto de Málaga, en pleno Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, aguarda un casco histórico morisco, miradores con panorámicas al Mediterráneo y senderos tan singulares como El Saltillo. Entre balcones floridos, pasarelas de vértigo y sabores de sierra, la experiencia combina patrimonio, montaña y gastronomía local, ideal para una escapada corta con mucha autenticidad.

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