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Alójate en este rincón de España: el elegante hotel 'boutique' en San Sebastián que ocupa un edificio del siglo XIX
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a 5 minutos de la playa

Alójate en este rincón de España: el elegante hotel 'boutique' en San Sebastián que ocupa un edificio del siglo XIX

Su mezcla de diseño contemporáneo, raíces vascas y un servicio personalizado convierten a este lujoso hotel en una experiencia única para quienes buscan descubrir la esencia donostiarra desde el confort y la autenticidad

Foto: Fachada del hotel de San Sebastián, situado junto a la Catedral del Buen Pastor. (Cedida)
Fachada del hotel de San Sebastián, situado junto a la Catedral del Buen Pastor. (Cedida)

El Hotel Arbaso, un hotel boutique en San Sebastián de cuatro estrellas, ocupa un edificio del siglo XIX a apenas 5 minutos de la playa. En pleno centro donostiarra, propone una estancia de autor con diseño cuidado, raíces vascas y una hospitalidad cercana pensada para disfrutar sin prisas de la esencia más auténtica de la ciudad.

A la sombra de la Catedral del Buen Pastor, Arbaso combina fachada neoclásica y alma contemporánea. La intervención de interiorismo, basada en madera, piedra y textiles nobles, elimina el mostrador tradicional para un recibimiento personalizado. El resultado es un refugio urbano donde la estética dialoga con la artesanía y la cultura local.

placeholder Interior de una de las suites dúplex del Hotel Arbaso de San Sebastián. (Cedida)
Interior de una de las suites dúplex del Hotel Arbaso de San Sebastián. (Cedida)

Diseño con identidad vasca y calma en el centro

Las 50 habitaciones —con categorías que van desde estancias de 23 m² hasta dúplex y suites— llevan nombres en euskera y piezas de diseño emblemáticas. La insonorización y las vistas a la catedral refuerzan la sensación de retiro sereno a pocos pasos de las principales arterias comerciales y gastronómicas de Donostia.

El capítulo culinario se concentra en Narru, la casa del chef Íñigo Peña: cocina de producto, temporada y proximidad, también en el desayuno degustación. Para completar la experiencia, el hotel ofrece bicicletas eléctricas, gimnasio y saunas, toallas de playa, prensa internacional y servicio de aparcacoches, además de una atención al detalle que evita lo superfluo. Cada detalle, desde la vajilla artesanal hasta la música ambiental seleccionada, está pensado para prolongar la sensación de bienestar.

El desayuno degustación (35 €) es una de las señas de identidad del hotel. En lugar del clásico buffet, se presenta como un recorrido pausado por los productos de la tierra: un bol de fruta fresca de temporada abre la experiencia, seguido de yogur natural Goenaga con granola o frutas, zumo de naranja natural y una selección de cafés e infusiones. No faltan la mantequilla, la miel o las confituras artesanales, que acompañan una cesta de panes y bollería recién horneada. La tabla de embutidos y los huevos del día —a elegir entre fritos, revueltos, tortilla o poché— completan un desayuno pensado para disfrutar con calma y atención al detalle.

En la carta, Narru despliega una propuesta más amplia que se apoya en los productos del Cantábrico y la despensa vasca. Entre los entrantes destacan las ostras naturales o aliñadas, las anchoas en salazón AGUR, la ventresca de atún aliñada o el icónico bogavante asado con crema de garbanzo y tuétano, uno de los platos más reconocidos del chef. En el apartado de carnes y guisos, el rabito de cerdo con carabinero y la pluma ibérica con castañas comparten protagonismo con la txuleta premium o los tradicionales callos y morros. Los pescados, siempre frescos y de anzuelo, se preparan a la parrilla con un respeto casi reverencial por su sabor original: desde la merluza y el rodaballo hasta el salmonete o el besugo, todos presentados con el toque justo de brasa.

Los postres mantienen el mismo equilibrio entre sencillez y refinamiento. La crema templada de queso con frutos rojos, el coulant de avellanas y cítricos o el delicado limón con yogur y maíz cierran el recorrido con un guiño dulce, junto a la tarta de manzana con helado de leche o la selección de quesos vascos.

Quienes buscan una experiencia más completa pueden optar por el menú degustación, un recorrido de seis pasos (130 €, bebidas no incluidas) que condensa la esencia del restaurante. El viaje comienza con la ventresca de atún aliñada, sigue con el bogavante asado con crema de garbanzo y tuétano, y continúa con el ravioli de rabo, foie y setas de temporada. A partir de ahí, el comensal elige entre pescado a la parrilla o txuleta o pluma ibérica, para concluir con los postres emblemáticos: el limón con yogur y maíz y el chocolate con frutos secos y aceite Casa Hierro.

Suites con carácter, vistas y chimenea

El Hotel Arbaso ocupa un edificio neoclásico del siglo XIX cuya fachada, protegida como parte del conjunto monumental de la plaza del Buen Pastor, conserva el encanto de la arquitectura donostiarra decimonónica. Su interior, reformado por el estudio Fiark Arkitectos, combina materiales nobles —madera, piedra y acero— con un diseño funcional que busca transmitir la serenidad del hogar vasco. Las habitaciones, distribuidas en cinco plantas, conservan la estructura original del edificio, lo que hace que cada una sea única en forma y proporciones. Desde las suites con vistas a la catedral hasta los áticos dúplex con chimenea, todas comparten un mobiliario de autor firmado por nombres como Norman Foster, Isamu Noguchi o Tapiovaara, junto con piezas locales inspiradas en la tradición de los harrijasotzailes o levantadores de piedra. Este diálogo entre pasado y modernidad convierte al Arbaso en un espacio donde la historia vasca se respira a través del diseño, la luz y el silencio.

Quien busque amplitud y perspectiva sobre la ciudad encontrará opciones como la Zerua Ático Premium (mirador con terraza), la Ilargi Junior Suite —con salón— o la SUA Ático Dúplex, que incorpora chimenea de leña y dos cuartos de baño. Las configuraciones familiares y comunicadas permiten alojar hasta cuatro personas con balcones a la catedral.

placeholder Estancia con mármol negro de Markina. (Hotel Arbaso)
Estancia con mármol negro de Markina. (Hotel Arbaso)

Con un precio que parte de 400 euros por noche, Arbaso apuesta por el lujo sostenible: no hay buffet al uso, sino un desayuno degustación bien calibrado y una carta sin artificios. Entre tradición y vanguardia, este hotel de San Sebastián propone una inmersión sensorial en clave vasca a escasos minutos del Cantábrico.

Situado frente a la Catedral del Buen Pastor y a pocos minutos de la playa de La Concha, el Hotel Arbaso se ha consolidado como uno de los alojamientos boutique más elegantes de San Sebastián. Su mezcla de diseño contemporáneo, raíces vascas y atención personalizada define una experiencia donde cada detalle cuenta: las habitaciones incorporan altavoces Marshall y un diseño minimalista en el que no hay cuadros, un gesto que refuerza la serenidad visual y el equilibrio del espacio.

El Hotel Arbaso, un hotel boutique en San Sebastián de cuatro estrellas, ocupa un edificio del siglo XIX a apenas 5 minutos de la playa. En pleno centro donostiarra, propone una estancia de autor con diseño cuidado, raíces vascas y una hospitalidad cercana pensada para disfrutar sin prisas de la esencia más auténtica de la ciudad.

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