La ruta de senderismo que tienes que hacer sí o sí en Cuenca: entre cascadas declaradas Monumento Natural

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Entre los paisajes naturales más impresionantes de Castilla-La Mancha se esconde una ruta de senderismo que combina aguas cristalinas, cañones y pozas de ensueño. Declarada Monumento Natural, esta joya conquense se ha convertido en uno de los itinerarios más visitados por los amantes del senderismo y la fotografía. Su acceso es sencillo, su entorno está perfectamente señalizado y, además, se puede disfrutar en cualquier época del año.

Se trata de la Ruta de las Chorreras del Cabriel, un recorrido que transcurre entre los municipios de Enguídanos y Víllora, en la provincia de Cuenca. Este enclave protegido sigue el curso del río Cabriel y sorprende por sus cascadas, sus formaciones rocosas de toba calcárea y las pozas naturales donde el agua adquiere un característico tono azul turquesa. El punto de partida más habitual es el aparcamiento de Enguídanos, donde se puede dejar el vehículo antes de iniciar el sendero que bordea el río. Durante el trayecto, los caminantes se encuentran con lugares tan emblemáticos como el Arco de Piedra, uno de los rincones más fotografiados de la ruta.

Un recorrido entre naturaleza, miradores y pozas de baño

El itinerario se puede realizar en varias versiones: una ruta corta de unos 8 kilómetros y otra más larga de 16, ambas con dificultad moderada. El recorrido circular atraviesa rincones como las Chorreras Bajas y Chorreras Altas, el Embalse de Víllora, la Poza de Orón —donde está permitido el baño— y varios miradores naturales que ofrecen espectaculares vistas sobre el valle del Cabriel. Los senderistas deben tener precaución en algunos tramos, ya que el terreno es irregular y presenta zonas resbaladizas o con desniveles, especialmente en los pasos junto al cauce del río. Sin embargo, la recompensa visual que ofrece cada cascada convierte el esfuerzo en una experiencia inolvidable.

Además de caminar, este paraje natural permite practicar barranquismo y otras actividades de aventura, siempre bajo las condiciones establecidas para preservar su frágil ecosistema. Al tratarse de un espacio protegido, es fundamental no dejar residuos y seguir las indicaciones de los paneles informativos. Los visitantes deben recordar que la conservación del entorno depende del respeto colectivo hacia este Monumento Natural que, año tras año, consolida su fama con rutas de senderismo imprescindibles de Cuenca como estas, de las más bellas de toda la península.