Parece Italia, pero es Cuenca: las ruinas romanas de Castilla-La Mancha que tienes que ver una vez en la vida

• Uno de los castillos mejor conservados de España está en Castilla-La Mancha: Monumento Histórico-Artístico y con forma de estrella
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En pleno corazón de España, existe un lugar donde las piedras cuentan historias de gladiadores, templos y foros que evocan la grandeza del Imperio Romano. A tan solo una hora de Madrid, este enclave arqueológico permite retroceder dos milenios en el tiempo sin necesidad de cruzar fronteras ni tomar un vuelo a Italia. Su entorno, prácticamente inalterado desde la Antigüedad, ofrece una experiencia única para los amantes de la historia y el turismo cultural que buscan descubrir los vestigios mejor conservados de la Hispania romana.

Se trata de Segóbriga, el impresionante yacimiento arqueológico situado en el municipio conquense de Saelices. Considerado uno de los conjuntos más monumentales de la Meseta castellana, este enclave fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931 y hoy forma parte del Parque Arqueológico de Segóbriga. Levantada sobre un antiguo castro celtibérico, la ciudad vivió su máximo esplendor durante el siglo I a.C., impulsada por la riqueza del lapis specularis, un mineral de yeso translúcido con el que se fabricaban las ventanas de Roma. Pasear por sus ruinas es recorrer las calles de una urbe que fue símbolo de prosperidad y centro comercial del interior peninsular.

Un viaje al pasado entre teatros, termas y foros romanos

El visitante puede adentrarse en un recorrido único que incluye un total de 16 edificaciones y espacios restaurados, entre ellos el anfiteatro, con capacidad para 5.500 personas, y el teatro romano, donde aún se aprecia gran parte de la cavea. También destacan las termas monumentales, la basílica civil y el foro, epicentro de la vida pública y administrativa. Todo el conjunto se articula en torno al Centro de Interpretación, punto de partida del itinerario circular que explica, mediante audiovisuales y exposiciones, cómo era la vida en la ciudad hace más de dos mil años. Su conservación y la ausencia de edificaciones modernas superpuestas permiten comprender de forma excepcional el urbanismo romano en la península ibérica.

El Parque Arqueológico de Segóbriga está abierto al público durante todo el año, con horarios adaptados a las distintas estaciones. Las entradas, que oscilan entre tres y seis euros, incluyen opciones de visita libre o guiada, y existen tarifas reducidas para estudiantes, mayores y familias. Además, algunos días de la semana el acceso es gratuito, lo que convierte a este enclave en una escapada cultural asequible y enriquecedora. A los pies de la antigua ciudad romana, el paisaje de encinares y cultivos que rodea el cerro de Cabeza de Griego completa una estampa que, por su belleza y autenticidad, bien podría confundirse con la de cualquier rincón arqueológico de Italia.