El parque regional que tienes que descubrir en León: un paraíso de terreno abrupto donde disfrutar de la naturaleza

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En el corazón de la Cordillera Cantábrica se esconde uno de los enclaves naturales más espectaculares del norte de España. Su paisaje, marcado por la fuerza de la geología y el equilibrio ecológico, ofrece una experiencia inmersiva para quienes buscan desconectar y disfrutar de la montaña en estado puro. Este parque regional leonés, todavía poco conocido entre los viajeros, combina picos escarpados, lagos glaciares y bosques centenarios que cambian de color con cada estación. Un territorio donde el turismo de naturaleza y el respeto ambiental se dan la mano en un entorno de belleza sobrecogedora.

El Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre

El Parque Regional de Montaña de Riaño y Mampodre, situado al noreste de la provincia de León, abarca más de 101.000 hectáreas de terreno abrupto en las cabeceras de los ríos Esla, Porma y Cea. Este espacio natural, integrado dentro de la Cordillera Cantábrica, se extiende por municipios como Riaño, Maraña, Prioro o Burón, donde los profundos valles contrastan con cumbres que superan los 2.000 metros, como el Coriscao, Peña Ten o el Macizo de Mampodre. En su relieve se combinan formas glaciares y kársticas que han modelado un escenario de circos, gargantas y morrenas, convirtiéndolo en un referente para los amantes del turismo de montaña y el senderismo en León.

El parque constituye un santuario para especies emblemáticas como el oso pardo, el urogallo cantábrico, el lobo ibérico o el rebeco, además de albergar más de un centenar de aves, entre ellas el águila real y el buitre leonado. Sus extensos hayedos, robledales y abedulares conforman un mosaico vegetal único donde también prosperan tejos, acebos y castaños. Espacios como el Pinar de Lillo o el bosque de Hormas se mantienen como joyas ecológicas de difícil acceso. Para quienes buscan adentrarse en el paisaje, existen rutas señalizadas de distinta dificultad, como la de Arbillos, la de Collada de Lois o el histórico Camino Real, que permiten descubrir el parque a pie o en bicicleta.

Más allá de su valor natural, el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre conserva la esencia de la cultura tradicional leonesa. En sus pueblos, como Lois, Burón o Llánaves de la Reina, aún pervive la arquitectura popular de piedra y tejado de pizarra, así como las costumbres pastoriles y la gastronomía de alta montaña, donde destacan los quesos, las mieles y los embutidos artesanales. Este enclave, declarado Zona de Especial Conservación y Zona de Especial Protección para las Aves, es mucho más que un destino turístico: representa la armonía entre el ser humano y la naturaleza, un auténtico paraíso leonés donde la montaña se vive con los cinco sentidos.