La sencilla ruta de senderismo del norte de España que es perfecta para una escapada: poco transitada y entre preciosos acantilados
Entre verdes praderas y el sonido del Cantábrico, esta senda se abre paso como uno de esos rincones casi secretos donde el paisaje y la calma invitan a caminar sin mirar el reloj
Hay lugares en el norte de España que parecen resistirse al paso del tiempo y a la masificación. Rincones en los que el mar y el verde de los prados se mezclan sin ruido, invitando a caminar sin prisa. Uno de ellos se encuentra en Cantabria, a escasos kilómetros de San Vicente de la Barquera, y se llama Senda Costera de Prellezo (PR-S 252). Una ruta corta, sencilla y poco conocida que recorre los acantilados de la Sierra de Jerra, ofreciendo una de las vistas más espectaculares del Cantábrico.
El punto de partida está en Prellezo, un pequeño pueblo costero situado a tan solo cinco kilómetros de San Vicente de la Barquera. Llegar es sencillo: basta con tomar la salida de la autovía hacia Pesués, donde las indicaciones conducen directamente hasta el centro del pueblo. Frente a la bolera hay un aparcamiento ideal para dejar el coche antes de comenzar la caminata. Desde allí, el camino asciende suavemente entre pequeñas granjas y prados, hasta alcanzar un banco de madera que marca el desvío hacia la pista principal que conduce a la sierra.
(Fuente: iStock)
Lo mejor de esta ruta es su tranquilidad. A diferencia de otros senderos del litoral cántabro, la Senda Costera de Prellezo apenas recibe visitantes, incluso en temporada alta. Por eso se ha convertido en un refugio perfecto para quienes buscan desconectar del bullicio urbano y disfrutar del sonido del mar, los pájaros y el viento sobre los acantilados.
El recorrido, de unos seis kilómetros y dificultad baja, puede completarse en aproximadamente tres horas. Es un itinerario circular, aunque también puede hacerse de forma lineal si se prefiere un paseo más corto. La única complicación aparece en un pequeño tramo con cierto desnivel, habilitado con escalones de madera que facilitan la subida. Por eso, resulta una excursión ideal para familias con niños o para quienes se inician en el senderismo.
La senda está señalizada con las clásicas marcas amarillas y blancas, aunque conviene llevar el track descargado en el móvil, ya que algunos puntos han perdido la homologación y pueden generar dudas en las bifurcaciones. Una vez superado el tramo más empinado, el sendero discurre entre suaves subidas y bajadas hasta llegar a un mirador natural que regala una de las panorámicas más bellas del litoral occidental cántabro.
El encanto de esta senda no reside solo en sus vistas, sino también en su riqueza geológica y natural. El itinerario atraviesa la llamada Sierra de Jerra, una de las “sierras planas” o rasas litorales, formaciones que se originaron hace más de 480 millones de años, cuando la zona se encontraba al nivel del mar y fue moldeada por la acción de las mareas. Hoy, ese paisaje antiguo combina acantilados vertiginosos con suaves praderas y zonas boscosas donde crecen pinos, eucaliptos, encinas y laureles.
Desde varios puntos del sendero se puede contemplar la ría de Tina Menor, declarada Zona de Especial Conservación (ZEC) por su gran valor ecológico. Esta ría es refugio de aves marinas y lugar de paso para especies migratorias, por lo que es habitual observar gaviotas, cormoranes o garzas durante el trayecto.
La Senda Costera de Prellezo es una invitación a disfrutar sin prisas de la naturaleza del norte de España. Caminarla permite sentir la brisa salada, escuchar las olas rompiendo contra los acantilados y descubrir una Cantabria más silenciosa, alejada de los circuitos turísticos habituales. Su corta distancia y baja dificultad hacen que cualquiera pueda recorrerla, desde parejas que buscan una escapada romántica hasta grupos de amigos o familias con niños.
Solo hace falta seguir una regla básica: respetar el entorno. No dejar residuos, no alterar la flora y fauna y llevar de vuelta todo lo que se lleve consigo. El camino cuenta con una fuente en el pueblo y algunas zonas perfectas para descansar y contemplar el horizonte azul del Cantábrico.
Hay lugares en el norte de España que parecen resistirse al paso del tiempo y a la masificación. Rincones en los que el mar y el verde de los prados se mezclan sin ruido, invitando a caminar sin prisa. Uno de ellos se encuentra en Cantabria, a escasos kilómetros de San Vicente de la Barquera, y se llama Senda Costera de Prellezo (PR-S 252). Una ruta corta, sencilla y poco conocida que recorre los acantilados de la Sierra de Jerra, ofreciendo una de las vistas más espectaculares del Cantábrico.