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El escondido pueblo de Asturias que merece una visita en otoño: una pequeña aldea de montaña entre hórreos, paneras y bosques
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UNA JOYA POCO CONOCIDA

El escondido pueblo de Asturias que merece una visita en otoño: una pequeña aldea de montaña entre hórreos, paneras y bosques

A poco más de 50 kilómetros de Oviedo, este pequeño pueblo del concejo de Piloña conserva el mayor conjunto de hórreos y paneras tradicionales de la zona

Foto: Es uno de los pueblos con más hórreos de Asturias. (YouTube)
Es uno de los pueblos con más hórreos de Asturias. (YouTube)

Espinaréu, también conocido como Espinaredo, es uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo. Rodeado de montañas, bosques de hayas y robles, y con el sonido del agua del río marcando el compás del día, esta aldea del concejo de Piloña guarda una de las estampas más auténticas de la Asturias rural. En otoño, cuando el follaje tiñe el valle de tonos dorados, el viaje hasta aquí se convierte en una experiencia inolvidable.

Una aldea escondida entre montañas

A poco más de 50 kilómetros de Oviedo, y a media hora por carretera desde Cangas de Onís, aparece Espinaréu como un rincón preservado del paso del tiempo en el interior de la Sierra Bedular. Su pequeño núcleo principal, conocido como La Villa, reúne algunos de los elementos más representativos del paisaje y la arquitectura tradicional asturiana: casas de piedra con corredores de madera, hórreos centenarios y paneras decoradas con tallas que evocan símbolos antiguos.

El pueblo, con apenas 261 habitantes según los últimos datos de 2025, conserva un patrimonio etnográfico único. Los hórreos y las paneras —esas construcciones elevadas sobre pilares de piedra para proteger las cosechas— son auténticas joyas que aquí se cuentan por decenas. Algunas de ellas datan del siglo XVI, lo que convierte a Espinaréu en uno de los lugares con mayor concentración y mejor conservación de este tipo de estructuras en toda Asturias.

En Espinaréu se contabilizan 20 hórreos y 6 paneras distribuidos por toda la parroquia, lo que convierte a este pueblo en uno de los conjuntos patrimoniales rurales más singulares de Asturias. Sin embargo, según el portal oficial Turismo Asturias, el lugar que alberga el mayor número de hórreos es el entorno de Barcia (Valdés), donde se registran 83 hórreos y 15 paneras —sumando 99 "depensas" aéreas— como uno de los ejemplos más abundantes de esta arquitectura tradicional en la región.

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El corazón del folclore asturiano

Caminar por sus callejuelas empedradas es descubrir un museo al aire libre. Las formas, los materiales y los grabados en madera reflejan la herencia campesina del norte de España y la adaptación perfecta a un entorno húmedo y fértil. Se dice que en cada esquina hay un hórreo, y que cada uno de ellos guarda una historia distinta, desde símbolos celtas tallados hasta inscripciones protectoras que recuerdan antiguas creencias.

El paisaje que rodea Espinaréu parece sacado de un cuento. Montañas cubiertas de niebla, el rumor constante del río y un mosaico de verdes que se intensifica con las lluvias otoñales. Muy cerca, el área recreativa de La Pesanca y el Arboreto de Miera ofrecen rutas fáciles entre castaños, abedules y avellanos, donde el río Infierno se abre paso entre las rocas cubiertas de musgo. Un entorno perfecto para quienes buscan desconectar y reconectar con la naturaleza asturiana más pura.

Gastronomía y cómo llegar

Además del encanto visual, Espinaréu invita a disfrutar de la buena mesa. En algunas casas de comidas locales aún se puede saborear la gastronomía más tradicional bajo la sombra de un hórreo, una experiencia que mezcla paisaje y cultura. Los platos típicos de la zona, como la fabada asturiana, los cachopos o los quesos artesanos, completan una escapada que combina historia, patrimonio y sabor.

Para llegar, basta con tomar la A-64 desde Oviedo hasta Infiesto y seguir la carretera PI-4, que conduce directamente al pueblo. Desde el oriente, la ruta parte de Arriondas por la N-634 hasta Infiesto, donde se enlaza igualmente con la PI-4. Al final del trayecto, la carretera se estrecha y serpentea entre montes cubiertos de bosque: la antesala perfecta para descubrir uno de los pueblos más auténticos y fotogénicos del oriente de Asturias.

Espinaréu, también conocido como Espinaredo, es uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo. Rodeado de montañas, bosques de hayas y robles, y con el sonido del agua del río marcando el compás del día, esta aldea del concejo de Piloña guarda una de las estampas más auténticas de la Asturias rural. En otoño, cuando el follaje tiñe el valle de tonos dorados, el viaje hasta aquí se convierte en una experiencia inolvidable.

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