El impresionante árbol que tienes que ver antes de que sea demasiado tarde en Andalucía: es el más grande de la región y tiene una “herida de muerte”

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En el corazón de la provincia de Almería se alza un ejemplar monumental que durante siglos ha sido símbolo de resistencia y belleza natural. Hoy, sin embargo, su futuro preocupa tanto a expertos como a vecinos: una gran grieta amenaza con poner fin a la vida del árbol más imponente de Andalucía. Su majestuosidad y su delicado estado han convertido este rincón de la Sierra de los Filabres en un punto de peregrinación para quienes desean contemplarlo antes de que su historia llegue a su fin.

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Se trata de la Encina de la Peana, en el municipio de Serón, declarada Monumento Natural por la Junta de Andalucía y reconocida oficialmente como el árbol más grande de la región. Con una altura de 18,5 metros y un perímetro de base que supera los 20 metros, esta encina milenaria impresiona por la amplitud de su copa, que proyecta más de 300 metros cuadrados de sombra. Sin embargo, una grieta que recorre su tronco —detectada en 2020 y actualmente con unos cuatro metros de longitud y hasta ocho centímetros de anchura— ha encendido todas las alarmas. Según los técnicos de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, el daño es irreversible, aunque los trabajos de conservación buscan prolongar su vida tanto como sea posible.

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Un símbolo natural con una “herida de muerte”

El alcalde de Serón, Manuel Martínez, ha señalado que “no es que tenga salvación, tiene recuperación”, insistiendo en que el objetivo es mantener con vida este coloso vegetal en las mejores condiciones. Desde su primera fractura, se han instalado puntales y sistemas de cableado para aliviar las tensiones estructurales, además de realizarse podas de aclareo que redujeron un 30% la masa foliar. Las causas del deterioro son múltiples: la acción de hongos xilófagos, una poda excesiva realizada hace décadas y fenómenos meteorológicos extremos, como nevadas y fuertes vientos, que han contribuido a debilitar su estructura centenaria. A pesar de su fragilidad, los expertos destacan que la encina mantiene un vigor notable, lo que permite conservar cierta esperanza.

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La Encina de la Peana, con más de 1.300 años de historia, es mucho más que un árbol: representa un testimonio vivo de los antiguos encinares que poblaron la Sierra de los Filabres. Su nombre procede de la gran base o peana que sostiene su tronco, de casi 15 metros de perímetro, un pedestal natural que le otorga su apariencia monumental. Aunque la grieta sigue creciendo lentamente, las actuaciones coordinadas entre la Junta, el Ayuntamiento y asociaciones locales buscan asegurar que este emblema natural de Andalucía continúe en pie durante muchos años más. Quienes lo visitan hoy lo hacen con una mezcla de admiración y melancolía, conscientes de estar ante un gigante herido que podría desaparecer si no se actúa con la urgencia que merece.