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La joya española entre África y Europa: la ciudad de las cuatro culturas que sorprende por su historia y sus paisajes
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La joya española entre África y Europa: la ciudad de las cuatro culturas que sorprende por su historia y sus paisajes

Entre mares y continentes se esconde una ciudad española que pocos viajeros incluyen en sus rutas, pero que guarda historia, cultura y paisajes capaces de enamorar en una sola escapada de fin de semana

Foto: Vista de la costa de esta ciudad que separa África y Europa. (Foto: iStock)
Vista de la costa de esta ciudad que separa África y Europa. (Foto: iStock)

Puente perfecto entre África y Europa, la ciudad que hoy proponemos visitar a nuestros lectores sorprende por su historia milenaria, su arquitectura defensiva y su aire mediterráneo. Ideal para una escapada de fin de semana, allí solo se llega en ferry o helicóptero y regala una mezcla única de paisajes, cultura y sabores difíciles de olvidar.

Hablamos de Ceuta, un enclave situado en la costa norte del continente africano que pertenece a España (y, por tanto, a la Unión Europea). Su posición estratégica frente al Estrecho de Gibraltar la convirtió en cruce de civilizaciones, testigo de navegantes fenicios, comerciantes romanos y conquistadores portugueses antes de incorporarse a la corona española de forma oficial en 1668.

Conocida como la 'ciudad de las cuatro culturas' por la convivencia histórica de las tradiciones cristiana, musulmana, judía e hindú, Ceuta conserva huellas visibles de cada una en sus templos, murallas y festividades. A todo ello se suman playas urbanas para darse un baño sin salir del centro, un casco histórico fácil de recorrer a pie, una gastronomía con carácter propio y un clima suave. Y todo ello a un precio asequible para una escapada de fin de semana.

Qué ver en Ceuta

Ceuta invita a recorrerla sin prisas, a ritmo de paseo y con el mar siempre al lado. Lo mejor es dejarse llevar por sus calles empedradas y su aire fronterizo, donde cada esquina guarda una historia y cada vista al horizonte recuerda que aquí se cruzan dos continentes. Antes de empezar, pásate por la Oficina de Turismo, en el Baluarte de los Mallorquines, para apuntarte a alguna visita guiada o hacerte con un mapa que te ayudará a orientarte entre tanta historia.

Un buen comienzo es caminar junto al foso de las Murallas Reales, una joya defensiva que parece flotar sobre el agua, o subirte a una de las embarcaciones que zarpan desde el Muelle de España para rodear la ciudad por mar. Es la forma más mágica de entender cómo Ceuta se levanta entre dos aguas y cómo su pasado marinero sigue vivo en cada piedra. Y apunta, estos son los lugares que no puedes perderte:

  • Murallas Reales y Foso navegable (s. X–XVI): conjunto declarado BIC y ejemplo único en España de arquitectura militar renacentista con foso de agua salada navegable (≈300 m). Integra baluartes, bastiones y la Puerta Califal (acceso islámico del siglo XI). La visita guiada es gratuita con inscripción previa en la Oficina de Turismo.
  • Plaza de África, Catedral y Santuario de Santa María de África: corazón solemne de la ciudad. La Catedral (barroco tardío con ecos neoclásicos) luce un interior luminoso y frescos alusivos a la historia local. El Santuario (gótico-renacentista) custodia la imagen de la Virgen de África, traída en tiempos de dominio portugués.
  • Parque Marítimo del Mediterráneo (César Manrique): complejo de lagos de agua salada, cascadas y jardines que recrea, con piedra volcánica y vegetación, un pequeño paisaje manriqueño junto al mar. Ideal para descansar tras las visitas.
  • Monte Hacho y Fuerte del Desnarigado: ruta corta con miradores al Estrecho y al litoral; al final, el fuerte convertido en museo de arquitectura militar. Si el día está claro, las panorámicas son de postal.
  • Casa de los Dragones y paseo modernista (Revellín–Camoens): fachadas eclécticas y modernistas que sorprenden a cada esquina. La Casa de los Dragones es el icono: cuatro esculturas vigilan desde la azotea.
  • Mezquita Muley El Mehdi: referencia del culto islámico local y símbolo vivo de la diversidad religiosa ceutí. Visita cultural respetuosa.
  • Yacimiento de Benzú: cueva y abrigo prehistóricos cerca de la frontera que han aportado claves sobre los primeros poblamientos en torno al Estrecho. Infórmate en Turismo: hay salidas puntuales.
  • Playas urbanas: date un baño refrescante en alguna de sus playas con bandera azul. La Ribera y El Chorrillo quedan a un paseo de la Plaza de África; Benzú abre el ángulo a las montañas verdes y es la última playa antes de la frontera. Servicios, chiringuito y deportes náuticos.

Y no te olvides que Ceuta también se saborea con calma, plato a plato. Su cocina es un reflejo de su historia mestiza: del legado mediterráneo nacen los pescados en salazón, los volaores y el atún en conserva, mientras que del mundo andalusí y marroquí llegan los tajines, el cuscús y las breuas llenas de especias y aromas. Las tascas del centro sirven tapas de toda la vida —caracoles, papas con chocos o frituras recién hechas—, y en los restaurantes más tradicionales se mezclan sabores de dos continentes. Un viaje sensorial entre mares, culturas y siglos de mestizaje que se disfruta mejor sin mirar el reloj.

Cómo llegar a Ceuta

Viajar a Ceuta es comenzar una pequeña aventura hacia un rincón español en el norte de África, donde Europa y el Mediterráneo se dan la mano. Su ubicación estratégica y su condición de enclave único hacen que llegar hasta allí sea parte del encanto del viaje. Estas son las formas de ir a Ceuta:

  • Por mar (ferry desde Algeciras): la ruta Algeciras–Ceuta es la más popular y tiene una duración aproximada de 1 hora, con múltiples salidas diarias y opción de embarcar vehículo. Operan navieras como Baleària, Trasmediterránea y FRS. Conviene consultar horarios y precios en las webs oficiales y reservar con antelación en puentes o verano.
  • Por aire (helicóptero a helipuerto de Ceuta): la compañía Hélity conecta Málaga y Algeciras con el helipuerto de Ceuta. El vuelo es muy corto (más o menos 10 minutos) y permite vistas únicas del Estrecho. Es la opción más rápida y cómoda (y también la más cara); los asientos son limitados, así que mejor mirar frecuencias y disponibilidad antes de cuadrar la agenda.
  • Desde Marruecos (acceso terrestre): si ya estás en el norte de Marruecos, puedes llegar por carretera desde Tetuán o Tánger hasta el paso fronterizo y cruzar a pie o en vehículo hacia Ceuta.
  • Moverse por la ciudad: las distancias son cortas y se pueden hacer caminando. Para rutas a miradores o playas periféricas, combina bus urbano o coche.

Ceuta deja huella desde el primer paso. En dos días se descubre, pero cuesta marcharse: su luz, su mezcla de culturas y ese horizonte donde África y Europa se rozan tienen algo hipnótico. Quien la visita se lleva más que fotos; se lleva la sensación de haber estado en un lugar que pertenece a todos y, al mismo tiempo, no se parece a ninguno.

Puente perfecto entre África y Europa, la ciudad que hoy proponemos visitar a nuestros lectores sorprende por su historia milenaria, su arquitectura defensiva y su aire mediterráneo. Ideal para una escapada de fin de semana, allí solo se llega en ferry o helicóptero y regala una mezcla única de paisajes, cultura y sabores difíciles de olvidar.

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