El castillo encantado que tienes que visitar en Castilla y León: habitado por seres encantados, animales mitológicos y extrañas criaturas

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Una fortaleza medieval donde lo real y lo imaginario se confunden, habitada por criaturas que parecen salidas de un sueño. Un lugar en Castilla y León donde los dragones, los espectros y los animales mitológicos cobran vida entre muros de piedra centenarios, convirtiéndose en una de las experiencias más sorprendentes del turismo rural español.

Un castillo del siglo XV transformado en museo fantástico

En el corazón de la provincia de Valladolid, el Castillo Encantado de Trigueros del Valle se alza como una joya arquitectónica del siglo XV que ha sabido reinventarse sin perder su esencia. La fortaleza, mandada construir por Gutierre de Robles y su esposa María de Guevara, conserva su torre del homenaje, las antiguas caballerizas y los escudos de sus señores grabados sobre la puerta principal. Sin embargo, tras su restauración, este edificio histórico se ha convertido en un museo insólito donde la fantasía y la historia se entrelazan. En su interior, los visitantes se adentran en un universo poblado por seres encantados y figuras mitológicas creadas por el escultor Juan Villa, conocido por su trabajo en televisión y en proyectos museísticos.

Seres encantados, dragones y misterios ocultos

La exposición permanente del castillo se distribuye en cinco espacios temáticos que despiertan la imaginación de grandes y pequeños. En la Mazmorra aguarda un dragón que custodia una colección de arte y curiosidades; en la Sala de Criptozoología habitan animales imposibles; el Gabinete de las Curiosidades muestra objetos mágicos procedentes de distintos rincones del mundo; en el Laboratorio se preparan pócimas fantásticas, y en el Torreón Fantasma se dice que aún residen los espíritus de los antiguos propietarios. Cada sala está diseñada para ofrecer una experiencia inmersiva donde la creatividad y la historia local se funden en un entorno único. La entrada cuesta 6 euros —5 en tarifa reducida—, lo que lo convierte en un plan económico y diferente para quienes buscan una escapada con encanto.

El pueblo de Trigueros del Valle, con apenas 300 habitantes, forma parte de la Denominación de Origen Cigales, lo que lo convierte también en una parada perfecta para los amantes del vino. Su arquitectura tradicional, con casas de adobe y piedra, refleja el esplendor que tuvo siglos atrás, y entre sus imprescindibles destaca la iglesia de San Miguel Arcángel y el barrio de bodegas conocido como La Fortaleza. Además, desde el cerro de Santa María del Castillo se pueden contemplar las cuevas excavadas en la roca y disfrutar de un mirador con vistas al valle del Pisuerga. En este entorno lleno de historia, visitar el Castillo Encantado es mucho más que una excursión: es una invitación a viajar al pasado y dejarse llevar por la magia de lo desconocido.