Es noticia
La preciosa villa que es una visita obligada en Palencia: capital del románico palentino que acogió a Carlos V
  1. Viajes
A orillas del río Pisuerga

La preciosa villa que es una visita obligada en Palencia: capital del románico palentino que acogió a Carlos V

Entre montañas, arte y tradición se esconde una villa palentina donde cada rincón respira historia. Su legado románico y su pasado ligado a este emperador la convierten en una joya imprescindible del norte de Castilla y León

Foto: La preciosa villa que es una visita obligada en Palencia. (Diputación de Palencia)
La preciosa villa que es una visita obligada en Palencia. (Diputación de Palencia)

Palencia guarda una villa que es sinónimo de arte, paisaje y memoria. Un lugar a orillas del Pisuerga donde la arquitectura románica convive con ecos góticos y renacentistas, y donde aún se recuerda la parada de este importante monarca. Quien busque capital del románico palentino, puertas de muralla, plazas porticadas y un casco histórico vivo, encontrará aquí un destino imprescindible. Además, su entorno, vinculado a la Montaña Palentina y al Geoparque Las Loras, multiplica los motivos para la escapada, con propuestas culturales, senderismo y una identidad industrial tan sabrosa como inconfundible.

Foto: laberinto-rocoso-castilla-leon-palencia-1qrt-1tna

Hablamos de Aguilar de Campoo, la preciosa villa que fue la primera parada de Carlos I de España y V de Alemania en su ruta hacia Valladolid en 1517. Su perfil lo dibujan las ruinas del castillo (siglos XII-XIV), su trazado amurallado y la colegiata de San Miguel, templo gótico iniciado en el siglo XIV con una magnífica portada románica de transición y una torre que domina la plaza. Muy cerca, la joya monástica de Santa María la Real acoge hoy la Fundación homónima, el centro de estudios del Románico y el Museo del Territorio y del Románico. Para completar el mapa sagrado de la villa, conviene acercarse a Santa Cecilia y al monasterio de Santa Clara, dos paradas que explican por sí solas por qué Aguilar es puerta de entrada al románico del norte palentino y punto del Camino de Santiago del Norte.

Plaza porticada, murallas medievales y el aroma inconfundible de las galletas

El latido urbano se siente en la Plaza Mayor, amplia, porticada y perfecta para observar la vida local entre edificios de distintas épocas. Aquí, el gentilicio se mezcla con un apodo: sus vecinos son aguilarenses, pero muchos los conocen como 'galleteros'. No es casualidad: el pueblo fue —y es— referente de la industria galletera en España, con nombres como Gullón, Siro o Fontaneda marcando la historia económica y social del municipio. El pasado defensivo asoma en los restos de la muralla y en sus seis puertas conservadas, entre ellas la célebre Puerta de Reinosa, que luce una lápida hebrea y recuerda la diversidad de la villa. A pocos minutos, el embalse de Aguilar añade lámina de agua, paseos y, cuando desciende el nivel, vestigios de aldeas que avivan la imaginación.

La naturaleza reclama su cuota con rutas hacia la Montaña Palentina, como el cañón de la Horadada o la subida al pico de Las Tuerces, famoso por sus formaciones rocosas caprichosas. El calendario cultural suma otro aliciente: el Aguilar Film Festival, uno de los certámenes de cortometrajes más veteranos del país, que cada agosto atrae a cineastas y público, mientras la ambientación medieval de la villa la convierte en plató de películas y series. Entre patrimonio, naturaleza y ese inconfundible aroma a galleta, Aguilar de Campoo se consolida como visita obligada en Palencia: una mezcla perfecta de historia, románico y vida cotidiana que conquista al viajero todo el año.

Palencia guarda una villa que es sinónimo de arte, paisaje y memoria. Un lugar a orillas del Pisuerga donde la arquitectura románica convive con ecos góticos y renacentistas, y donde aún se recuerda la parada de este importante monarca. Quien busque capital del románico palentino, puertas de muralla, plazas porticadas y un casco histórico vivo, encontrará aquí un destino imprescindible. Además, su entorno, vinculado a la Montaña Palentina y al Geoparque Las Loras, multiplica los motivos para la escapada, con propuestas culturales, senderismo y una identidad industrial tan sabrosa como inconfundible.

Palencia
El redactor recomienda