Así es el puente colgante más largo del mundo: diez kilómetros de largo, seis carriles y hasta vías de tren

• Adrián Díaz, empresario español en China: "Si a un chino se le propusiera ganar 5.000 euros gratis al mes el resto de su vida, no lo firmaría"
• Sigue a El Confidencial en Google Discover para enterarte de todas las noticias

China ha vuelto a situarse a la vanguardia de la ingeniería moderna con la inauguración del puente colgante más largo del mundo, una infraestructura que cruza el río Yangtsé, uno de los más extensos y caudalosos del planeta. Con una longitud superior a diez kilómetros, esta obra monumental busca mejorar la conexión entre las orillas del río. El proyecto, que ha tardado seis años en completarse, reduce el tiempo de viaje de 80 a solo 20 minutos, transformando por completo la movilidad regional.

Según ha publicado el South China Morning Post, el puente está formado por dos torres de acero y hormigón de 350 metros de altura, unidas por cientos de cables de acero de alta tensión. En la parte superior se extiende una autopista de seis carriles con una velocidad máxima de 100 km/h, mientras que en la inferior se ubica una carretera de cuatro carriles junto a una vía férrea capaz de soportar trenes que alcanzan los 200 km/h. Su diseño permite la circulación simultánea de distintos medios de transporte con total seguridad y eficiencia.

Para erigir las torres principales, los ingenieros recurrieron a enormes cajones de acero enterrados en el lecho del río, lo que posibilitó trabajar en seco a pesar de las fuertes corrientes del Yangtsé. Durante el proceso se utilizaron grúas diseñadas específicamente para mover segmentos de grandes dimensiones con precisión absoluta. Además, se empleó una torre inteligente de elevación con capacidad récord, desarrollada para maniobrar piezas de gran peso sin comprometer la estabilidad ni la seguridad de la estructura.

El desafío más complejo consistió en equilibrar la diferencia de peso entre las vías férreas y las carreteras, ya que las primeras ejercen una carga mucho mayor. Para resolverlo, los expertos ajustaron la tensión de los cables y calibraron el peso de cada módulo con precisión milimétrica. Gracias al uso de materiales avanzados y maquinaria de última generación, China ha logrado una hazaña técnica sin precedentes que consolida su liderazgo mundial en infraestructura y transporte, situando esta obra entre las más impresionantes del siglo XXI.