La noble y leal villa de Castilla y León que tienes que descubrir: conjunto Histórico-Artístico que acogió a Carlos V en uno de sus viajes en España

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Castilla y León guarda una villa noble y leal declarada Conjunto Histórico-Artístico que enamora a quien busca pueblos con historia en el Cerrato palentino. Entre murallas, templos góticos y vestigios arqueológicos, fue escala de Carlos I de España y V de Alemania en su ruta hacia Yuste, y hoy deslumbra por sus ruinas monumentales y su paisaje fluvial.

Hablamos de Palenzuela, en Palencia, asentada junto a los ríos Arlanza y Arlanzón, heredera de la antigua Pallantia prerromana (151 a. C.). Su casco histórico conserva tramos de muralla y el Arco de la Paz, puerta simbólica de acceso al entramado medieval; sobresale la Iglesia de San Juan Bautista, de gótico tardío y con uno de los mejores conjuntos de platería de la provincia, y las evocadoras ruinas de Santa Eulalia, con su escalera de caracol y portada apuntada. No es casualidad que fuese una de las 24 localidades donde el emperador decidió pernoctar: su patrimonio y su ubicación estratégica la convirtieron en parada señera de la Ruta de Carlos V.

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Qué ver: muralla, castillo y miradores del Cerrato

Más allá de sus templos, la villa muestra los restos del castillo —dos torres en pie y el basamento de una tercera— y rincones de arquitectura popular en torno al ayuntamiento y su Torre del Reloj, hoy sede del Museo de Palenzuela. Un tramo de la antigua defensa alberga un balcón panorámico con vistas a las riberas y valles cerrateños. En las afueras, la ermita de la Virgen de Allende de Río atesora frescos góticos y testimonios arqueológicos que remiten a calzadas y estelas de época romana y visigoda, reforzando la lectura histórica del paisaje.

El territorio respira enoturismo con los vinos D. O. Arlanza y presume de su producto más identitario: la cebolla horcal de Palenzuela, protagonista de guisos y emblema hortícola del Cerrato. De hecho, este domingo 12 de octubre la villa celebra su Feria de la Cebolla, una cita que pone sabor local a una escapada cultural. Entre paseos por el Conjunto Histórico-Artístico, ruinas que cuentan batallas y mesas donde conviven carnes, arroces y mariscos de renombre local, Palenzuela se confirma como destino imprescindible para quienes buscan qué ver en Palencia con historia, patrimonio y gastronomía en un mismo viaje.