La espectacular piscina natural a menos de 2 horas de Madrid que debes visitar antes de que llegue el frío
La masa de aire cálido asociada a una dorsal subtropical está dejando temperaturas cercanas a los 30 grados en la Comunidad de Madrid, y lugares como este, se han convertido en el plan ideal para familias y amigos
Imagen de las pozas naturales situadas en el Valle de El Paular. (Comunidad de Madrid)
A menos de una hora de la capital se esconde un lugar donde el verano parece resistirse a desaparecer: Las Presillas, las piscinas naturales de Rascafría, en el Valle de El Paular. La subida inusual de temperaturas que vive la Comunidad de Madrid —provocada por una masa de aire cálido asociada a una dorsal subtropical— ha devuelto al paisaje un ambiente más propio de julio, con máximas que rozan los 30 grados en la primera semana de octubre. Este enclave, bañado por las aguas del río Lozoya y rodeado por el macizo de Peñalara, es uno de los destinos más buscados por quienes quieren exprimir los últimos días de calor antes de que llegue el frío.
Un rincón que cambia con las estaciones
Cuando el otoño parece llamar a la puerta, pero el termómetro aún se empeña en marcar verano, Las Presillas muestran su versión más tranquila. Lejos del bullicio veraniego, las tres pozas naturales mantienen su belleza intacta, aunque ahora invitan más a pasear por sus praderas verdes y contemplar cómo el paisaje se tiñe de tonos ocres y dorados. Es el momento perfecto para disfrutar del entorno sin aglomeraciones, respirar aire puro y escuchar el murmullo del agua.
El entorno se encuentra dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, lo que garantiza un entorno cuidado y protegido. Muy cerca se alza el Monasterio de El Paular, uno de los grandes tesoros históricos de la zona. Desde allí parte también la ruta hacia la Cascada del Purgatorio, una caminata de algo más de una hora que en otoño cobra una belleza especial, con el sonido del río como acompañamiento constante.
Acceso, horario y recomendaciones
Las Presillas están abiertas todo el año, aunque la mayoría de los visitantes aprovecha los meses de buen tiempo para visitarlas. La entrada es gratuita, pero el aparcamiento es de pago: 9 euros por coche, 3 euros por moto y 30 euros por autobús. El horario del recinto se extiende de 08:00 a 21:00 horas, con control de acceso en temporada alta para evitar saturaciones.
No se permite el acceso con perros, ni el uso de música, barbacoas o acampadas, ya que se trata de un espacio protegido. Para llegar, lo más cómodo es hacerlo en coche por la carretera M-604 (km 28,600), aunque también existe la opción de viajar en autobús desde Plaza de Castilla (línea 194), con parada en el propio municipio de Rascafría.
El mejor momento para disfrutarlo
El final del verano y el comienzo del otoño son, sin duda, las mejores épocas para visitar este paraíso natural. Las temperaturas aún permiten disfrutar de un último baño o de un pícnic junto al agua, y la ausencia de multitudes convierte la experiencia en algo mucho más relajante.
💦 ¿Sabes que la @ComunidadMadrid tiene 4 zonas naturales aptas para el baño con agua de calidad?
✅ Embalse de S. Juan - S. Martín de Valdeiglesias ✅ Playa del Alberche - Aldea del Fresno ✅ Las Presillas - Rascafría ✅ Los Villares - Estremera
Ropa cómoda, calzado adecuado y algo de abrigo son imprescindibles, ya que el clima en el Valle del Paular puede refrescar al caer la tarde. Y para los amantes de la fotografía, pocas estampas resultan tan fotogénicas como la del reflejo de las montañas de Peñalara sobre las aguas del Lozoya, un espectáculo natural a menos de una hora de Madrid.
A menos de una hora de la capital se esconde un lugar donde el verano parece resistirse a desaparecer: Las Presillas, las piscinas naturales de Rascafría, en el Valle de El Paular. La subida inusual de temperaturas que vive la Comunidad de Madrid —provocada por una masa de aire cálido asociada a una dorsal subtropical— ha devuelto al paisaje un ambiente más propio de julio, con máximas que rozan los 30 grados en la primera semana de octubre. Este enclave, bañado por las aguas del río Lozoya y rodeado por el macizo de Peñalara, es uno de los destinos más buscados por quienes quieren exprimir los últimos días de calor antes de que llegue el frío.