Cada uno se relaja como quiere: un recorrido por los spas más curiosos de España

El mundo del bienestar vive una auténtica revolución en nuestro país, en un momento en el que parar, descansar y 'resetear' el cuerpo y la mente no es siempre una tarea sencilla. Muchas veces se vive en piloto automático, se va corriendo a todas partes y no se disfruta suficiente de los pequeños placeres del día a día.

Lejos de limitarse al circuito de jacuzzi, sauna y masaje, cada vez más centros apuestan por experiencias temáticas que combinan placer, salud y un punto de exotismo. Vino, chocolate, cerveza, aceite de oliva, sal marina o incluso sesiones de oxígeno puro: los nuevos templos del relax ofrecen viajes sensoriales que parecen sacados de un catálogo de lujo, pero que ya están al alcance del público general.

En las ciudades españolas estos spas tan diferentes están cada vez más presentes, como también lo están en redes sociales, donde los clientes no dudan en compartir sus experiencias. "Una experiencia genial para los fans del chocolate", escribe, por ejemplo, Mar en junto a un vídeo de TikTok.

Spa de vino: la uva como antiedad

Los llamados vinoterapia spa aprovechan los antioxidantes de la uva y del vino tinto, especialmente los polifenoles, para elaborar baños, envolturas y masajes. La promesa es doble: disfrutar de un ritual profundamente relajante y, de paso, cuidar la piel con un efecto rejuvenecedor.

En zonas vinícolas como La Rioja o Ribera del Duero se han convertido en un reclamo turístico.

Spa de chocolate: placer sin remordimientos

El cacao también tiene su hueco en el sector. Los spas de chocolate ofrecen envolturas corporales y masajes con manteca de cacao que hidratan y estimulan la producción de endorfinas.

Disfrutar del aroma y la textura del chocolate sin sumar calorías, aunque la experiencia es más sensorial que médica

El atractivo está en disfrutar del aroma y la textura del chocolate, aunque la experiencia es más sensorial que médica.

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Spa de cerveza: burbujas y minerales

Originarios de Europa Central, los spas de cerveza han llegado a España de la mano de Beer Spa Spain con una propuesta singular: bañeras de madera llenas de agua mezclada con lúpulo, malta y levadura.

Se les atribuyen propiedades relajantes y beneficios para la piel gracias a las vitaminas del grupo B y minerales presentes en la bebida. Todo, acompañado habitualmente de una jarra bien fría al borde de la bañera.

Spa de aceite de oliva: oro líquido para la piel

En Andalucía y Castilla-La Mancha se han desarrollado los primeros centros que utilizan el aceite de oliva virgen extra como ingrediente estrella. En este caso, se emplea para masajes hidratantes y exfoliaciones suaves. La llamada oleoterapia convierte el producto más representativo de la dieta mediterránea en un ritual de belleza.

Terapias marinas y haloterapia: la fuerza del mar y la sal

El thalasso spa o spa marino es un clásico en la costa. Sus tratamientos aprovechan agua de mar, algas y barros marinos, especialmente valorados por sus efectos antiinflamatorios y remineralizantes.

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A esta oferta se suma la haloterapia, basada en inhalar micropartículas de sal en cabinas que reproducen el microclima de las cuevas salinas. Centros como Salt Room Spain defienden que ayuda a mejorar la capacidad respiratoria, aliviar el asma o combatir el estrés.

Oxigenoterapia y cámaras de gases especiales

El paso más futurista lo dan espacios como OXYGENSPA, que trabajan con oxigenoterapia y cámaras hiperbáricas. En sesiones de 30 a 60 minutos, los usuarios respiran oxígeno puro o mezclado con otros gases a una presión mayor que la atmosférica. Este tratamiento se asocia a una mejor oxigenación celular, una recuperación más rápida tras el deporte y un incremento de la energía diaria.