Una visita obligatoria: el castillo desde el que Isabel la Católica vio el mar por primera vez está en Cádiz

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En la provincia de Cádiz se conserva una de las fortalezas más imponentes de Andalucía, cargada de episodios históricos y rodeada de leyendas que la convierten en un destino cultural de primer nivel. Desde sus muros se han contemplado hechos decisivos de la historia española y aún hoy sorprende por su arquitectura defensiva y por las vistas que ofrece hacia la desembocadura del Guadalquivir y el Atlántico.

El lugar donde Isabel la Católica vio el mar

Se trata del Castillo de Santiago, en Sanlúcar de Barrameda, levantado en el siglo XV por Enrique Pérez de Guzmán, VII Señor de la Villa y II Duque de Medina Sidonia. Fue en este enclave donde, según la tradición, Isabel la Católica contempló por primera vez el mar desde la Torre del Homenaje, un momento que marcó el vínculo de la monarquía con la expansión atlántica. La fortaleza no solo acogió a los Reyes Católicos, también fue residencia ducal y escenario desde el que partieron expediciones como la de Cristóbal Colón en su tercer viaje y la de Magallanes-Elcano en la primera circunnavegación del planeta.

El castillo, declarado Bien de Interés Cultural, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar bajomedieval en Andalucía. Sus torres, murallas y salas de observación ofrecen un recorrido que conecta al visitante con más de cinco siglos de historia. Entre sus principales atractivos figuran el Museo del Traje, el Museo de las Armas y las salas que permiten asomarse al mismo ventanal donde la reina se maravilló ante el océano.

Hoy en día, el Castillo de Santiago puede visitarse de forma individual o en grupos, con audioguía o con recorridos teatralizados que se celebran en los meses de verano. Las entradas tienen un precio general de 9,5 euros, con descuentos para residentes, niños, mayores y personas con discapacidad. Además, los lunes existe un horario reducido de acceso gratuito para conocer parcialmente el monumento. Su programación cultural incluye recreaciones históricas y la posibilidad de organizar eventos privados en sus patios y salones. Con vistas privilegiadas al Parque Nacional de Doñana y a la costa atlántica, la visita se convierte en una experiencia imprescindible para quienes recorren Cádiz en busca de historia, arte y paisajes únicos.