Uno de los pueblos más infravalorados de España está en Mallorca: entre castillos, calas y calles medievales

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En el extremo noreste de Mallorca, lejos del bullicio de las zonas más turísticas, se alza un pueblo que combina historia, arquitectura tradicional y paisajes costeros de ensueño. Capdepera, con su imponente castillo y su entramado de calles empedradas, ofrece una experiencia auténtica que sorprende a quienes deciden adentrarse en sus encantos. Ha sido destacado por la revista Viajar como uno de los pueblos más infravalorados de España, y el más infravalorado de toda Baleares.

Fundado en el siglo XIV por orden del rey Jaume II, el Castillo de Capdepera se erige sobre una colina, dominando el paisaje y ofreciendo vistas panorámicas del canal de Menorca. Esta fortaleza, construida sobre los restos de una antigua villa musulmana, fue clave para la defensa de la isla frente a las incursiones piratas. Dentro de sus murallas se encuentran la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza y la torre de Miquel Nunis. Además, alberga un museo dedicado a la artesanía del palmito, una tradición local que aún perdura.

El casco antiguo de Capdepera conserva su esencia medieval, con calles estrechas y casas de piedra que invitan a pasear sin prisas. Cada rincón del pueblo respira historia, desde sus plazas hasta sus fuentes, y refleja la autenticidad de la Mallorca más tradicional.

Calas vírgenes y senderos en la naturaleza

El municipio cuenta con una costa de 40 kilómetros salpicada de calas y playas de aguas cristalinas. Entre las más destacadas se encuentran Cala Mesquida, conocida por sus dunas protegidas y su entorno natural, y Cala Agulla, situada dentro del Parque Natural de la Península de Levante, que ofrece un equilibrio perfecto entre servicios y conservación del paisaje.

Además, la zona es ideal para los amantes del senderismo y la observación de aves, gracias a la diversidad de rutas y la riqueza de su fauna y flora. El Parque Natural de la Península de Levante abarca una gran extensión de terreno, ofreciendo múltiples posibilidades para conectar con la naturaleza.

Capdepera celebra diversas festividades que reflejan su rica herencia cultural. El Mercado Medieval, que tiene lugar cada tercer fin de semana de mayo, transforma el pueblo en un escenario de época, con puestos de artesanía, música y gastronomía típica.

Otra celebración destacada es la fiesta de La Esperanza, patrona del pueblo, que se conmemora el 18 de diciembre. Según la leyenda, la Virgen salvó a los habitantes de un ataque pirata cubriendo el castillo con una espesa niebla, un milagro que se recuerda cada año con el “sermón de sa Boira” y una procesión.

Una joya que lucha por mantener su autenticidad

En los últimos años, Capdepera ha experimentado un notable aumento en la afluencia de visitantes, reflejo del auge turístico que vive Mallorca. Aunque este crecimiento ha impulsado la economía local, también ha generado desafíos relacionados con la sostenibilidad y la preservación de la identidad cultural del municipio. A pesar de estos retos, Capdepera continúa ofreciendo a sus visitantes una combinación única de patrimonio histórico, belleza natural y tradiciones vivas, que la convierten en un destino digno de ser explorado con respeto y conciencia.