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Parece Costa Rica, pero está en Cantabria: la ruta de senderismo por la "selva" en mitad de los Valles Pasiegos que querrás hacer en verano
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UN PARAÍSO VERDE

Parece Costa Rica, pero está en Cantabria: la ruta de senderismo por la "selva" en mitad de los Valles Pasiegos que querrás hacer en verano

Entre puentes de madera, vegetación exuberante y antiguos molinos cubiertos de musgo, esta joya de los Valles Pasiegos se consolida como uno de los planes más refrescantes del verano en el norte de España

Foto: Un puente de madera sobre el río guía hacia una pequeña cascada escondida entre la vegetación (Google)
Un puente de madera sobre el río guía hacia una pequeña cascada escondida entre la vegetación (Google)

Podría parecer que estás en mitad de Tortuguero, rodeado de frondosa vegetación, pasarelas de madera y el murmullo constante del agua. El verdor es tan intenso que parece sacado del Parque Nacional Manuel Antonio, y la humedad del ambiente recuerda a la que envuelve los manglares costarricenses. Pero no, no has cruzado el Atlántico. Este escenario tropical, donde la naturaleza lo envuelve todo, se encuentra mucho más cerca de lo que imaginas, oculto entre los pliegues de los Valles Pasiegos, en una pequeña ruta que está despertando el interés de senderistas de toda España.

La Ruta de los Molinos, en San Pedro del Romeral, se ha convertido en uno de los secretos mejor guardados de Cantabria para este verano. Con apenas 2,7 kilómetros de recorrido, este sendero sorprende a los caminantes con paisajes que parecen sacados de la jungla centroamericana. Promete convertirse en uno de los planes más sugerentes de la época estival.

Un rincón selvático en el corazón pasiego

El primer tramo no deja entrever lo que aguarda más adelante. A medida que el camino se adentra en el barrio de Bustaleguín, el paisaje cambia de forma repentina: la vegetación se vuelve más espesa, el musgo cubre piedras y troncos, y el murmullo del río Barcelada guía al visitante hasta pequeñas cascadas, puentes de madera improvisados y antiguos molinos cubiertos de hiedra.

La ruta de senderismo está perfectamente señalizada desde el cartel que marca el inicio, poco después del desvío hacia Bustaleguín. El recorrido, de ida y vuelta, puede completarse en aproximadamente hora y media y es apto para toda la familia. Algunos tramos cuentan con cuerdas o asideros que facilitan el paso entre raíces, barro y zonas resbaladizas, lo que añade un toque de aventura sin comprometer la seguridad.

Molinos, ermitas y cascadas en plena naturaleza

Este enclave, situado en una de las tres villas pasiegas, ofrece mucho más que naturaleza exuberante. A lo largo del camino se pueden observar los restos de varios molinos hidráulicos, testigos de otra época, así como pequeñas ermitas escondidas entre la maleza y un escudo heráldico que recuerda el pasado señorial de la zona.

La riqueza paisajística y etnográfica de San Pedro del Romeral lo convierten en una visita imprescindible. Como explica Turismo de Cantabria, aquí aún perviven las "mudas", esa forma de trashumancia local en la que las familias se desplazaban con el ganado y sus pertenencias —incluidos los tradicionales cuévanos de avellano— en busca de pastos más frescos.

placeholder Una de las cascadas que salpican la Ruta de los Molinos en San Pedro del Romeral (Extraída de Facebook)
Una de las cascadas que salpican la Ruta de los Molinos en San Pedro del Romeral (Extraída de Facebook)

Un plan perfecto para el verano en Cantabria

Recorrer la Ruta de los Molinos durante los meses estivales no solo permite escapar del calor entre sombras y agua, sino también descubrir uno de los paisajes más insólitos de Cantabria. Un entorno que sorprende por su verdor, su autenticidad y esa capacidad de transportar al viajero a otro continente sin salir del norte de España. Además, su localización en el corazón de los Valles Pasiegos la convierte en un punto de partida ideal para descubrir otros rincones de la comarca, como el Mirador de La Braguía o la Ruta del Túnel de La Engaña.

San Pedro del Romeral sigue siendo una de las joyas ocultas de la comarca pasiega, y este sendero es la prueba más evidente de que no hace falta cruzar el Atlántico para sentir que estás en plena selva tropical.

Datos de interés

  • Ubicación: Barrio de Bustaleguín, San Pedro del Romeral (Valles Pasiegos, Cantabria)
  • Tipo de ruta: Circular (ida y vuelta)
  • Distancia: 2,68 kilómetros
  • Duración aproximada: 1 h 45 min
  • Dificultad: Moderada (algunos tramos con barro, raíces o humedad; hay cuerdas y asideros)
  • Puntos destacados: Cascadas, puentes rústicos, escudo heráldico, arquitectura pasiega tradicional
  • Recomendaciones: Calzado adecuado para terreno húmedo y resbaladizo, evitar días de lluvia
  • Acceso: Desde San Pedro del Romeral, tomar el desvío hacia Bustaleguín (señalización a pie de carretera)
  • Ideal para: Senderistas ocasionales, familias, amantes de la naturaleza y la etnografía
  • Mejor época: Primavera y verano (por sombra, verdor y caudal del río)

Podría parecer que estás en mitad de Tortuguero, rodeado de frondosa vegetación, pasarelas de madera y el murmullo constante del agua. El verdor es tan intenso que parece sacado del Parque Nacional Manuel Antonio, y la humedad del ambiente recuerda a la que envuelve los manglares costarricenses. Pero no, no has cruzado el Atlántico. Este escenario tropical, donde la naturaleza lo envuelve todo, se encuentra mucho más cerca de lo que imaginas, oculto entre los pliegues de los Valles Pasiegos, en una pequeña ruta que está despertando el interés de senderistas de toda España.

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