Es noticia
La cala más exótica de Asturias conocida por sus acantilados dramáticos: un paraíso escondido que debes visitar este verano
  1. Viajes
CAUTIVA POR SU BELLEZA SALVAJE

La cala más exótica de Asturias conocida por sus acantilados dramáticos: un paraíso escondido que debes visitar este verano

Famosa por sus afilados islotes de piedra y su atmósfera solitaria, se perfila como el refugio perfecto este verano para quienes buscan naturaleza sin artificios

Foto: Dos personas contemplan el atardecer frente a los espectaculares acantilados de este rincón salvaje de la costa asturiana (Flickr/Jose Gálvez)
Dos personas contemplan el atardecer frente a los espectaculares acantilados de este rincón salvaje de la costa asturiana (Flickr/Jose Gálvez)

Entre abruptos acantilados y laderas cubiertas de helechos, existe un lugar donde el mar se abre paso entre formaciones rocosas que parecen esculpidas por gigantes. Podría formar parte de la Costa Quebrada, pero está en Asturias. No hay caminos asfaltados, ni sombrillas, ni bullicio. Solo el sonido del agua al romper contra las piedras y la luz filtrándose entre las nubes como si el Cantábrico guardara un secreto bien protegido. Una cadena de resaltes afilados es la gran protagonista del tramo más salvaje del litoral norte peninsular.

La playa de Gueirúa, situada en el concejo de Cudillero, es uno de esos lugares que parecen esculpidos por la naturaleza para impresionar. Su acceso algo escondido, su geología singular y el escaso turismo la convierten en una de las calas más exóticas de Asturias, ideal para quienes buscan desconexión este verano.

Un paisaje salvaje entre acantilados afilados y silencio absoluto

Oculta entre la vegetación y los cantos rodados del litoral asturiano, esta playa sorprende por su paisaje abrupto y virgen. Lo primero que llama la atención al llegar a Gueirúa es la presencia de una hilera de islotes afilados que emergen del mar como si fueran garras de piedra. Según explica Turismo de Asturias, son "restos de una antigua punta fracturada de cuarzo y pizarra", vestigios geológicos que forman parte del Paisaje Protegido de la Costa Occidental Asturiana.

La zona rocosa conocida como La Forcada actúa como frontera natural entre la playa de Gueirúa y su vecina, la playa de Calabón. Es un lugar que conserva intacta la esencia del mar Cantábrico más salvaje y que invita a sentarse en silencio para contemplar el espectáculo de las olas chocando contra las formaciones pétreas.

Una cala remota para quienes buscan tranquilidad

La playa de Gueirúa se encuentra en la localidad de Santa Marina y apenas cuenta con 120 metros de longitud. No dispone de servicios ni vigilancia, y el acceso requiere caminar por una senda y descender más de 200 escalones, por lo que no es apta para visitantes desprevenidos. Sin embargo, esa misma dificultad preserva su carácter solitario y tranquilo, alejado de las playas masificadas del verano.

El suelo está cubierto de cantos rodados, lo que hace necesario un calzado adecuado tanto para la bajada como para caminar por la orilla. Aunque bañarse puede resultar complicado por las condiciones del mar y el terreno irregular, la recompensa visual compensa cualquier esfuerzo previo.

Cómo llegar desde Oviedo y qué esperar

Desde Oviedo, el trayecto hasta la playa de Gueirúa dura unos 55 minutos por la A-8 en dirección a Cudillero. Este concejo no solo es famoso por su pueblo de casas de colores que descienden hasta el puerto, sino también por sus arenales únicos como la playa del Silencio, la Concha de Artedo o la propia Gueirúa, que forma parte del itinerario imprescindible para los amantes de las calas secretas.

Más allá de la belleza evidente, esta playa representa una conexión directa con la geografía más antigua del Principado. Es un enclave que invita a volver una y otra vez, precisamente porque parece detenido en el tiempo. Para quienes buscan una experiencia natural auténtica, sin chiringuitos ni sombrillas, la playa de Gueirúa es una elección tan radical como inolvidable.

Entre abruptos acantilados y laderas cubiertas de helechos, existe un lugar donde el mar se abre paso entre formaciones rocosas que parecen esculpidas por gigantes. Podría formar parte de la Costa Quebrada, pero está en Asturias. No hay caminos asfaltados, ni sombrillas, ni bullicio. Solo el sonido del agua al romper contra las piedras y la luz filtrándose entre las nubes como si el Cantábrico guardara un secreto bien protegido. Una cadena de resaltes afilados es la gran protagonista del tramo más salvaje del litoral norte peninsular.

Noticias de Asturias Asturias Viajes Viajes en familia Verano
El redactor recomienda