Esta es la piscina natural más bonita de Castilla-La Mancha, según National Geographic: ideal para una escapada desde Madrid

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Una piscina natural de belleza indiscutible ha sido reconocida como la más espectacular de Castilla-La Mancha, despertando el interés de viajeros que buscan escapadas tranquilas sin alejarse demasiado de Madrid. Rodeada de naturaleza virgen y lejos de aglomeraciones, este enclave se ha convertido en uno de los destinos más valorados para disfrutar del verano en un entorno cuidado y protegido. A lo largo de los años, este pequeño paraíso ha logrado preservar un equilibrio entre el turismo y la conservación ambiental, una tarea nada sencilla en espacios de alto valor ecológico.

Este tesoro natural no es otro que el Puente de San Pedro, situado en Guadalajara, donde confluyen el río Tajo y el río Gallo. Su singular localización y el aspecto cristalino de sus aguas lo han llevado a ser destacado por National Geographic como el paraje fluvial más impresionante de la región. Gracias a un sistema de control de aforo mediante reserva de aparcamiento, activo en julio y agosto, se ha conseguido reducir la erosión provocada por el turismo descontrolado. La gestión del acceso permite preservar su belleza salvaje y natural al tiempo que se financian las tareas de mantenimiento, con tarifas de 3 euros entre semana y 7 euros los fines de semana.

Un remanso de paz en el Alto Tajo

Además de su valor paisajístico, este rincón del Alto Tajo ofrece una experiencia de baño única. Las pozas formadas por el cauce del río, frescas y transparentes, permiten a los visitantes nadar con calma y disfrutar del entorno sin prisas. El paisaje sorprende con detalles como el tobogán natural creado por una pequeña pared sumergida, o los contrastes de color tras las lluvias intensas, cuando el Tajo y el Gallo arrastran sedimentos de distintas tonalidades. Todo ello, flanqueado por una vegetación rica en especies autóctonas, convierte el baño en una experiencia sensorial completa.

En los alrededores, el visitante puede descubrir otros espacios con encanto, como el mirador del Tajo, la Escaleruela o el castillo de Alpetea. Muy próximo se encuentra Zaorejas, un pequeño municipio que ofrece opciones de alojamiento rural y restauración. Este conjunto de atractivos ha permitido consolidar al Puente de San Pedro como una de las piscinas naturales más relevantes del centro peninsular, no solo por su aspecto, sino también por su apuesta decidida por el turismo responsable y sostenible.