Es noticia
El diminuto pueblo de Asturias donde la reina Letizia veraneaba cuando era una niña: "Lo llevo siempre en el corazón"
  1. Viajes
UN REMANSO DE PAZ

El diminuto pueblo de Asturias donde la reina Letizia veraneaba cuando era una niña: "Lo llevo siempre en el corazón"

La reina Letizia pasó algunos de los veranos más felices de su infancia en una aldea asturiana alejada del ruido y las cámaras. Hoy, ese lugar vuelve a cobrar protagonismo por la huella emocional que dejó en la memoria de la monarca

Foto: La casa de los abuelos de la reina Letizia, Menchu Álvarez del Valle y José Luis Ortiz, se alza en lo alto de una colina en Ribadesella (EFE/rutasmontanaasturias.com))
La casa de los abuelos de la reina Letizia, Menchu Álvarez del Valle y José Luis Ortiz, se alza en lo alto de una colina en Ribadesella (EFE/rutasmontanaasturias.com))

Muy pocos conocen el nombre de la aldea asturiana donde la reina Letizia vivió algunos de los veranos más importantes de su infancia. Años después, convertida en figura pública, no ha dudado en reconocer su vínculo con este rincón rural que sigue muy presente en su memoria. Allí, entre montañas y silencio, aprendió a querer la tierra que la vio crecer.

Un paraíso asturiano entre montañas

Situado en la parroquia de Moro, dentro del concejo de Ribadesella, el pueblo de Sardéu apenas supera la treintena de vecinos. En sus verdes colinas, sin calles como tal y con casas dispersas por el entorno, vivieron durante años los abuelos maternos de la monarca, Menchu Álvarez del Valle y José Luis Ortiz. Allí, en su vivienda tradicional con hórreo incluido, Letizia pasaba sus veranos de niña, disfrutando de un entorno que define el espíritu rural de Asturias.

A tan solo cinco kilómetros del mar Cantábrico, Sardéu es sinónimo de tranquilidad y desconexión. Rodeado de valles, cumbres y una vegetación exuberante, este núcleo rural representa un remanso de paz que contrasta con el ritmo acelerado de las grandes ciudades. Por eso, no sorprende que la reina haya declarado públicamente que lleva este lugar "siempre en el corazón", como hizo durante una visita institucional a Ribadesella en 2007, según recoge el propio Ayuntamiento.

Una relación con Ribadesella que va más allá de la infancia

La conexión de la reina Letizia con Ribadesella no se limita al ámbito privado. En 1999 fue pregonera de sus fiestas, mucho antes de convertirse en Princesa de Asturias. Ya como miembro de la familia real, volvió en múltiples ocasiones, incluso en momentos personales tan significativos como su primer embarazo. En 2005, pocos meses antes de que se anunciara públicamente, visitó el hogar familiar, lo que evidencia el fuerte apego emocional que mantiene con la zona.

Foto: Una vista área de esta villa asturiana. (Cortesía Turismo Ribadesella)

En 2004, durante la boda real, la localidad quiso mostrar su afecto con un regalo muy simbólico: un llagar asturiano tallado en maderas nobles. Aquel año, además, el paseo marítimo de Ribadesella fue rebautizado como Paseo Princesa Letizia Ortiz y, más adelante, ella fue nombrada Hija Adoptiva de la villa. Gestos que confirman la reciprocidad de ese vínculo entre la reina y la tierra donde creció parte de su identidad.

Una huella imborrable en la memoria y el paisaje

Hoy, la casa de Sardéu permanece como símbolo de una etapa íntima, ligada al recuerdo de su abuela Menchu, fallecida en 2021, y a una infancia alejada del protocolo. Aunque hace tiempo que no veranea allí, la propia reina ha dejado claro que este pequeño enclave asturiano forma parte esencial de su historia personal y emocional. Un lugar que sigue en pie, discreto y sereno, igual que la memoria que guarda.

Foto: Os Teixois (Instagram/@jorge_hurtado)

Sardéu no aparece en los mapas turísticos ni necesita hacerlo. Su valor está en lo que representa: raíces, memoria y una forma de vida ligada al paisaje y al afecto familiar. Para la reina Letizia, sigue siendo ese refugio discreto donde el tiempo parecía detenerse y los recuerdos, aún hoy, siguen intactos.

Muy pocos conocen el nombre de la aldea asturiana donde la reina Letizia vivió algunos de los veranos más importantes de su infancia. Años después, convertida en figura pública, no ha dudado en reconocer su vínculo con este rincón rural que sigue muy presente en su memoria. Allí, entre montañas y silencio, aprendió a querer la tierra que la vio crecer.

Noticias de Asturias Asturias Reina Letizia
El redactor recomienda