Descubre el misterioso túnel a un paso de la Catedral de Santiago de Compostela: del siglo XIX y comido por la vegetación, para hacer fotos increíbles

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A pocos pasos del casco histórico de Santiago de Compostela, se esconde uno de los enclaves más enigmáticos de Galicia, ideal para quienes buscan rutas diferentes y llenas de misterio. Casi oculto por la vegetación y el paso del tiempo, este antiguo trazado ferroviario ofrece una experiencia única entre sombras, piedra y naturaleza. La atmósfera que lo rodea cautiva por su aire nostálgico y su estética decadente, perfecta para ser explorada a pie.

Se trata del Túnel da Fervenza de Conxo, una construcción del siglo XIX que formó parte de la primera línea de tren de Galicia, aprobada en 1861 y que conectaba Santiago con Carril, en Vilagarcía de Arousa. Inaugurado en 1873 por una locomotora de vapor, su infraestructura incluía dos túneles, uno en Faramello y otro en Conxo, este último con una longitud de aproximadamente 150 metros. Durante más de 130 años, esta vía estuvo operativa hasta que la llegada de la alta velocidad motivó la apertura de nuevos trazados.

Trazado ferroviario con más de un siglo de historia

El túnel de Conxo ha resistido al olvido, y aún conserva elementos originales como los sillares de sus accesos y parte de su estructura interior tallada en roca viva. Aunque sin señalización específica, se puede llegar desde el barrio compostelano de Conxo siguiendo un sendero lógico que conduce hasta la entrada este. La cercanía del río Sar añade un componente natural que enriquece la experiencia de la visita.

Algunos itinerarios circulares permiten integrarlo dentro de rutas más amplias, como la que atraviesa el Bosque do Banquete de Conxo y conecta con lugares como la Fonte da Virxe da Cuncha o el Carballo do Banquete. La caminata, de dificultad baja y con poco desnivel, ofrece una oportunidad para descubrir un lugar con encanto, marcado por el silencio y la memoria de los raíles que un día unieron Galicia por primera vez.