El Parador en el que hacer una escapada este verano: entre playas cristalinas y naturaleza salvaje, por menos de lo que imaginas

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Descubrir un destino que combine playa, naturaleza y bienestar puede parecer complicado en plena temporada alta. Sin embargo, en el corazón del Levante andaluz se encuentra un enclave que ofrece mucho más de lo que aparenta. Allí, el viajero puede disfrutar de un alojamiento elegante, rodeado de vistas inmejorables y con acceso directo a uno de los tramos costeros mejor conservados del país. Todo ello con una oferta de precios que sorprende por su excelente relación calidad-precio, incluso durante los meses más demandados del verano.

Se trata del Parador de Mojácar, un hotel situado frente al mar Mediterráneo, en la provincia de Almería. Este alojamiento combina un diseño moderno con todos los servicios necesarios para una escapada perfecta: zona wellness, piscina, gimnasio y terraza con vistas al mar. Entre el 18 de junio y el 30 de septiembre, los precios por noche varían entre 149 y 324 euros, con muchas fechas por debajo de los 250 euros. Una opción ideal para quienes buscan descansar en un entorno único sin que su presupuesto se dispare excesivamente.

Vistas al Mediterráneo y gastronomía local

Además del confort, el Parador ofrece una propuesta gastronómica basada en la cocina marinera y platos típicos de la Alpujarra. Su restaurante principal permite degustar pescados, mariscos y guisos típicos frente a un comedor bañado por la luz natural y con vistas al mar. Para quienes prefieren un ambiente más relajado, La Cuajadera del Mediterráneo brinda una carta más informal, con productos autóctonos de las comarcas almerienses. Una experiencia que fusiona lo mejor del mar y la tierra en cada plato.

La ubicación del Parador de Mojácar permite explorar el casco antiguo del municipio, conocido por sus calles encaladas y su legado árabe. A solo unos minutos se extienden playas como Rumina, Piedra Villazar y Vista de los Ángeles, ideales para el baño o la práctica de deportes acuáticos. A escasos 20 minutos en coche, el Parque Natural de Cabo de Gata espera con sus acantilados volcánicos, calas escondidas y paisajes protegidos, convirtiendo esta escapada en un auténtico viaje entre naturaleza virgen y patrimonio cultural.