Ni en Vigo ni en Pontevedra: en este rincón de Galicia se encuentra ‘el banco más bonito del mundo’, con vistas a los acantilados

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Ni Vigo ni Pontevedra pueden presumir de albergar uno de los enclaves más singulares de Galicia. Para encontrar el lugar que muchos consideran 'el banco más bonito del mundo' hay que dirigirse hacia el norte, a una costa salvaje y escarpada donde el océano rompe con fuerza. Este mirador natural se ha convertido en un icono turístico y fotográfico que, además de regalar vistas únicas, ha despertado el interés de miles de viajeros.

Situado sobre los acantilados de Loiba, en el municipio coruñés de Ortigueira, este banco fue instalado en 2009 por Rafael Prieto, vecino de la comarca. Poco después, un visitante extranjero dejó inscrita la frase: 'The best bank of the world'. Desde entonces, este sencillo banco de madera, colocado en un punto estratégico junto a la aldea de Picón, ha sido replicado en distintos rincones del litoral, aunque ninguno con el mismo impacto visual. Su ubicación privilegiada permite divisar desde Estaca de Bares hasta Cabo Ortegal, un espectáculo natural al alcance de todos.

Un balcón al Atlántico gallego

Para llegar a este lugar hay que seguir la llamada Ruta das algas, un recorrido de aproximadamente dos kilómetros desde el chiringuito de Furnas. Durante el trayecto, el visitante puede disfrutar de vistas a enclaves como la cala de O Coitelo y el islote de Gavioteira. También es recomendable continuar hasta la playa de Fabega, para luego alcanzar el mirador del Monte Cativo, desde donde se contempla la diversidad de arenas que ofrece esta franja costera. La experiencia se completa al avanzar hacia el mirador de Pena Furada, donde el oleaje ofrece un espectáculo natural sobre la roca perforada.

La fama de este banco se consolidó gracias a una fotografía nocturna de Dani Caxete, ganadora del concurso internacional sobre cielos oscuros Earth and Sky Photo Contest. A su alrededor, playas como Ribeira do Carro o Baralloca muestran la riqueza geológica y paisajística de la zona. Y si la visita se realiza en julio, es posible coincidir con el Festival Internacional do Mundo Celta de Ortigueira, uno de los eventos culturales más destacados de Galicia. Una combinación perfecta de naturaleza, música y patrimonio.