Es ideal para una escapada de verano: descubre unos increíbles jacuzzis naturales esculpidos en la roca a solo 1 hora de Madrid

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A solo una hora de la capital, existe un rincón natural que está conquistando a quienes buscan un plan refrescante y diferente este verano: unos jacuzzis naturales formados por la erosión del agua en plena Sierra de Gredos. Este espectáculo geológico, conocido como los Pozos de Felipe, sorprende por su belleza y su entorno prácticamente intacto.

Un paisaje insólito esculpido por la naturaleza

Las marmitas de gigante, como se conoce a estas curiosas formaciones, parecen bañeras excavadas por una mano invisible. Durante siglos, la corriente del río ha pulido la roca hasta moldear una serie de pozas ovaladas donde hoy es posible zambullirse y relajarse rodeado de vegetación, silencio y aire puro. El agua es cristalina, fresca y limpia, y el acceso es sencillo: una ruta corta y sin apenas desnivel que parte de la zona de Playas Blancas, cerca de Mombeltrán.

Este itinerario de unos seis kilómetros, con sombra natural gracias a robles y sauces, ofrece además pequeñas cascadas y miradores naturales a lo largo del camino. Es ideal para realizar en familia, con amigos o en solitario, y no requiere experiencia previa en senderismo. Solo hace falta un buen calzado, bañador y ganas de desconectar. El lugar es perfecto para quienes buscan una escapada refrescante, lejos del asfalto y del ruido urbano, sin necesidad de recorrer largas distancias.

Un enclave protegido y con historia

Los Pozos de Felipe se encuentran dentro del Parque Regional de la Sierra de Gredos, una zona natural protegida por la Junta de Castilla y León. En el recorrido es posible encontrar vestigios del pasado, como las ruinas del monasterio de la Torre, del siglo XVI, o los restos de un antiguo martinete del XVII. Todo ello enmarcado por el bosque del Robledo, que añade una nota de frescor y encanto al trayecto.

Quienes deseen alargar la jornada pueden continuar hasta el mirador del Cerro del Amoclón, desde donde se obtienen vistas panorámicas del Valle del Tiétar y de la propia sierra. Esta combinación de naturaleza, historia y accesibilidad convierte a los jacuzzis naturales de Gredos en uno de los destinos más especiales del verano para escapar del calor sin salir del centro de la península.

La belleza de este enclave ha comenzado a circular también en redes sociales, donde vídeos como el del perfil turístico @viajeroaratos muestran el efecto hipnótico del agua deslizándose sobre la piedra. En las imágenes, se aprecia con claridad cómo estas pozas —redondeadas, profundas y de bordes perfectamente pulidos— forman pequeñas piscinas naturales que parecen diseñadas por un escultor. La transparencia del agua y el juego de luces entre las rocas refuerzan la sensación de estar ante un lugar aún intacto, fuera del tiempo y del turismo de masas.