Este Parador de los Pirineos está escondido entre hayedos y montañas escarpadas junto a la frontera con Francia
Ubicado en el corazón del Valle de Pineta, este alojamiento ofrece vistas al Monte Perdido, acceso directo a rutas pirenaicas y una gastronomía de montaña con productos locales
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Al norte de la provincia de Huesca, los últimos pueblos antes de la frontera francesa comparten paisaje con abismos glaciares, torrentes fríos y paredes verticales cubiertas de hayedos. En esta región de alta montaña, el relieve dibuja un paisaje abrupto donde la naturaleza es la verdadera protagonista: con la llegada del verano, los días se alargan, muchas rutas ganan accesibilidad y se abren nuevas posibilidades para recorrer a pie los tramos más elevados. Allí se esconde uno de los paradores más singulares del Pirineo.
Se trata del Parador de Bielsa, situado en el corazón del Valle de Pineta, a los pies del Monte Perdido y dentro del entorno del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El edificio, construido en piedra y madera en 1968 y renovado en 2002, funciona como refugio alpino con todas las comodidades actuales. Desde su terraza o su restaurante, el visitante contempla cascadas, bosques de hayas y el trazado del río Cinca, en una de las zonas más salvajes del Pirineo aragonés.
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El establecimiento es punto de partida para rutas de senderismo, ascensiones y excursiones por gargantas, ibones o miradores. A pocos kilómetros, ya en territorio francés, se encuentran localidades como Saint-Lary-Soulan o Piau Engaly, conocidas por sus pistas de esquí. La cercanía con el país vecino permite disfrutar de un entorno internacional de montaña, muy poco urbanizado, donde la actividad principal es el contacto directo con la naturaleza.
Un entorno natural con carácter propio
Además del paisaje, el Parador de Bielsa destaca por su gastronomía. En su carta figuran especialidades del Pirineo oscense como el ternasco de Aragón, platos de caza o postres tradicionales como las Teresitas. El comedor, con grandes ventanales, ofrece una experiencia gastronómica integrada en el entorno, donde la cocina de cercanía cobra especial sentido. Además, el Parador de Bielsa ha recibido recientemente el Premio Edelweiss por su compromiso con el turismo sostenible en Aragón.
👏 ¡El Parador de Bielsa, premiado! 🏆 Recibe el Premio Edelweiss por su compromiso con el turismo sostenible en Aragón 👇#ParadoresSostenibles #Elecodetuestancia pic.twitter.com/gy8DGpdYUK
— Paradores de Turismo (@paradores) May 22, 2025
En los alrededores, el visitante puede conocer el casco antiguo de Bielsa, con su ermita románica y su Museo Etnológico, o desplazarse hasta L’Aínsa, considerada una de las villas medievales más extensas de España. Durante todo el año se organizan actividades como descenso de barrancos, travesías en bicicleta de montaña o excursiones guiadas en 4x4 hacia los miradores de Ordesa. El Parador forma parte de un ecosistema que combina turismo sostenible, montaña y tradición local.
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