Ni Noruega ni Islandia: los fiordos que tienes que visitar sí o sí en España

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Montañas escarpadas, aguas tranquilas y paisajes que parecen sacados del norte de Europa... pero no, no estás en Noruega ni en Islandia. En el corazón de España existe un rincón que cautiva a los viajeros por su belleza salvaje y su entorno único. Conocido por sus vistas espectaculares y por ofrecer experiencias inolvidables durante todo el año, este destino se ha convertido en un auténtico imán turístico para quienes buscan desconexión, aventura y naturaleza en estado puro.

Hablamos de los Fiordos Leoneses, un espacio natural ubicado en Riaño, al noreste de la provincia de León, donde el embalse —construido en 1987— transformó el paisaje montañoso en un espejo de aguas rodeado por laderas abruptas. Esta obra hidráulica no solo marcó un hito en la historia local, sumergiendo pueblos enteros bajo el agua, sino que dio lugar a un ecosistema de gran valor natural dentro del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre. Pasear en barco por el embalse permite descubrir enclaves únicos como la ermita de la Virgen de Quintanilla o las ruinas del antiguo pueblo de Huelde.

Planes imprescindibles para tu visita a Riaño

La ruta al Pico Gilbo, conocido como el 'Cervino Leonés', es una de las más populares para senderistas. También destaca la ascensión al Pico Yordás o la visita al hayedo de Argovejo, especialmente hermoso en otoño. Para los amantes de los miradores, los de Las Hazas y Alto Valcayo ofrecen panorámicas impresionantes, mientras que el columpio gigante de Riaño y el banco más bonito de León garantizan fotos espectaculares. Y si lo que buscas es una experiencia distinta, el paseo en barco cubierto durante todo el año es perfecto para descubrir la fauna local y los contrastes estacionales del entorno.

Además del valor paisajístico, Riaño ofrece atractivos culturales como el Museo Etnográfico, el hórreo tradicional y la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, trasladada piedra a piedra antes de la inundación. El entorno cuenta con rutas accesibles, como la del columpio de Lario o el Paseo del Recuerdo, ideales para disfrutar en familia. A solo 95 kilómetros de León capital, este destino es perfecto para una escapada en cualquier estación. Ya sea en primavera, con su vegetación exuberante, o en invierno, cuando la nieve cubre las cumbres, los Fiordos Leoneses prometen una experiencia inolvidable sin salir de España.