Es noticia
La ruta de interior de 14 kilómetros con un final de película: una preciosa cascada de 10 metros de altura
  1. Viajes
GRAN DIVERSIDAD DE FAUNA Y FLORA

La ruta de interior de 14 kilómetros con un final de película: una preciosa cascada de 10 metros de altura

España es un paraíso para los senderistas, con rutas que recorren montañas, costas y valles interiores. En el corazón de la península, una caminata poco conocida sorprende con un final inolvidable

Foto: Hoz de Carboneros (Foto: Viajes por Castilla La Mancha)
Hoz de Carboneros (Foto: Viajes por Castilla La Mancha)

España es un auténtico paraíso para quienes disfrutan del senderismo. Desde rutas por la costa con vistas infinitas hasta rutas de alta montaña que cruzan paisajes nevados, el país cuenta con una red natural privilegiada. Los Pirineos, Picos de Europa, Sierra Nevada o el Sistema Central son algunos de los grandes referentes. Pero también hay joyas escondidas en el interior peninsular que sorprenden al caminante con una naturaleza salvaje y poco transitada.

Una de estas maravillas se encuentra en Castilla-La Mancha, más concretamente en los Montes de Toledo, un conjunto montañoso que separa la Submeseta Sur en dos y que guarda secretos dignos de un cuento. Allí, muy cerca del Parque Nacional de Cabañeros, encontramos una zona donde se mezclan las esencias del bosque mediterráneo, riachuelos que serpentean entre gargantas y un silencio que envuelve al senderista desde el primer paso. Es una propuesta ideal para quienes buscan algo más que una simple caminata: quieren conexión con la naturaleza.

Hablamos de la ruta de la Hoz de Carboneros, una travesía de 14 kilómetros de recorrido total que parte de la localidad toledana de Navahermosa. Aunque no es muy conocida, es una de esas excursiones que deja huella. Su mayor atractivo espera al final: una impresionante cascada de agua cristalina que cae desde una altura de 10 metros, completamente encajada entre paredes rocosas y vegetación frondosa. Una verdadera escena de película para una caminata que mezcla belleza, aventura y desconexión.

Una ruta entre gargantas, rebollos y silencio

El recorrido comienza a las afueras de Navahermosa, en la entrada del coto social del pueblo, donde es posible dejar el coche sin problemas. El camino arranca en dirección al cementerio, siempre recto y con el castillo de Dos Hermanas a la izquierda, una fortaleza semiderruida entre los siglos XI y XII que vigila la llanura de olivos y las primeras elevaciones montañosas. Desde el inicio, las vistas son espectaculares: hacia el horizonte asoman San Pablo de los Montes, Los Yébenes o El Robledo.

Foto: El castillo de Guadamur. (Cultura de Castilla-La Mancha)

Durante los primeros kilómetros, el sendero es amplio y sencillo, pero pronto el paisaje cambia. Se entra en una garganta en la que el arroyo Jimena marca el paso: su cauce será la guía natural de la ruta. El sendero se estrecha y obliga a caminar en fila india, entre subidas y bajadas suaves que, poco a poco, se vuelven más exigentes. A unos 4 kilómetros del inicio, la senda desaparece y es necesario avanzar entre rocas y pedrizas, prestando atención a las marcas improvisadas por otros caminantes, como montones de piedras.

La parte más exigente llega al final, cuando el entorno se vuelve salvaje, encajonado entre paredes de roca y con la vegetación creciendo sin restricciones. En épocas de lluvia, hay que cruzar el arroyo mojándose los pies y sortear algunas zonas donde es necesario trepar con ayuda de las manos. A unos 100 metros, girando a la izquierda, se revela la joya de la ruta: la cascada de Carboneros, una caída de agua que impresiona por su belleza y la sensación de aislamiento que transmite. Todo el esfuerzo queda recompensado.

Fauna y flora: un tesoro escondido

Los Montes de Toledo son un refugio natural de gran biodiversidad, y esta ruta lo confirma a cada paso. El entorno está dominado por vegetación mediterránea en estado puro: lavanda, tomillo, jara, cantueso y escaramujos se mezclan con bosques de rebollos, algunos pinos y helechos que crecen con fuerza en las zonas húmedas. En primavera, el colorido floral convierte la caminata en una experiencia sensorial, con aromas intensos y una paleta de tonos verdes, violetas y blancos.

La ruta de la Hoz de Carboneros, una travesía de 14 kilómetros, sorprende por su cascada de 10 metros de altura al final del recorrido

El entorno también es ideal para los amantes de la fauna. Es posible avistar aves como el águila culebrera, el buitre leonado o pequeños ruiseñores que revolotean entre los arbustos. No es raro encontrar huellas de jabalíes, zorros e incluso ver alguna cabra montesa en las zonas más elevadas. La combinación de paisaje, fauna, flora y el sonido constante del agua hacen de esta ruta una de las más completas y espectaculares del interior peninsular, perfecta para una escapada que combine deporte, naturaleza y asombro.

España es un auténtico paraíso para quienes disfrutan del senderismo. Desde rutas por la costa con vistas infinitas hasta rutas de alta montaña que cruzan paisajes nevados, el país cuenta con una red natural privilegiada. Los Pirineos, Picos de Europa, Sierra Nevada o el Sistema Central son algunos de los grandes referentes. Pero también hay joyas escondidas en el interior peninsular que sorprenden al caminante con una naturaleza salvaje y poco transitada.

Viajes Viajes en familia Castilla-La Mancha Toledo