La ruta de senderismo que tienes que hacer sí o sí en Álava: esconde la mayor concentración de megalitos del País Vasco
La ruta circular de 6,4 kilómetros transcurre entre praderas, formaciones rocosas y una de las concentraciones más importantes de estructuras funerarias construidas hace más de 5.000 años
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El norte de la península alberga espacios naturales donde la historia ha dejado una huella profunda, muchas veces silenciosa. Entre montañas, bosques y pastos de altura, algunas de las sociedades más antiguas dejaron su rastro en forma de monumentos ciclópeos, tallados sin herramientas metálicas y alineados según criterios rituales o astronómicos. Estos vestigios, anteriores incluso a la Edad del Hierro, permiten hoy reconstruir una parte del pasado remoto de los pueblos que habitaron el interior del actual País Vasco.
El enclave más destacado de esta tradición prehistórica se encuentra en las campas de Legaire, una extensa meseta kárstica en la Sierra de Entzia, dentro del territorio de Álava. En apenas seis kilómetros cuadrados se han documentado 14 menhires, 70 túmulos, tres dólmenes y un crómlech, lo que convierte este lugar en la mayor concentración de estructuras megalíticas no solo de Álava sino también de toda Euskadi, y una de las más notables del norte de España en cuanto a densidad. La mayoría de estas construcciones datan del Neolítico medio, en torno al 3.500 a. C., y responden a usos funerarios o simbólicos.
Un sendero entre menhires y túmulos
El itinerario principal es una ruta circular de 6,4 kilómetros con apenas desnivel, que permite recorrer buena parte de estos restos con comodidad. El trayecto parte desde el aparcamiento de Legaire, accesible por pista forestal, y discurre por praderas abiertas, zonas de pasto y afloramientos rocosos. Durante el camino, el visitante puede observar el menhir de Akarte, hallado en 1919, y el crómlech de Mendiluze, además de varios túmulos de piedra de distintas dimensiones. Se han instalado paneles informativos y elementos de señalización para facilitar la interpretación del paisaje arqueológico.
El entorno conserva además una actividad pastoril viva, con presencia de ganado y refugios tradicionales que se integran con el paisaje. Las campas de Legaire pertenecen a la Parzonería General de Entzia, una entidad de gestión colectiva que vela por la preservación de este espacio. A lo largo de los últimos años se han realizado intervenciones arqueológicas de restauración, especialmente entre 2018 y 2019, para estabilizar estructuras y garantizar su conservación sin alterar su ubicación original.
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El valor patrimonial del conjunto radica tanto en la diversidad de los monumentos como en su concentración, que lo convierten en un punto muy destacado del País Vasco. Y por supuesto, el entorno natural de Legaire añade un componente escénico que refuerza el atractivo para el senderismo cultural y el turismo arqueológico. Existe en Euskadi otra área muy relevante y también fascinante que podría superarla en concentración de monumentos megalíticos: la Sierra de Aralar, aunque parte de esta se extiende también por territorio navarro.
Las visitas a las campas de Legaire no requieren autorización y el acceso es libre durante todo el año, aunque se recomienda consultar el estado de la pista forestal antes de acudir. El lugar se encuentra a unos 40 minutos en coche desde Vitoria y constituye una de las principales rutas arqueológicas al aire libre del País Vasco, sin necesidad de entradas ni infraestructuras turísticas invasivas. La señalización y el entorno bien conservado permiten disfrutar de una experiencia completa y respetuosa.
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