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El paraíso natural en el que tienes que comer una vez en la vida: disfruta de su gastronomía y asómate a sus impresionantes miradores
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En un recóndito pueblo de Lugo

El paraíso natural en el que tienes que comer una vez en la vida: disfruta de su gastronomía y asómate a sus impresionantes miradores

Entre senderos ocultos y sabores que perduran, hay un lugar en Galicia donde el tiempo se detiene. Solo quienes lo descubren entienden por qué se convierte en una experiencia inolvidable

Foto: El paraíso natural en el que tienes que comer una vez en la vida. (Mirador de A Picota/Turismo de Galicia)
El paraíso natural en el que tienes que comer una vez en la vida. (Mirador de A Picota/Turismo de Galicia)

Rodeado de acantilados, cascadas y una red de senderos que serpentean entre bosques centenarios, este rincón gallego se ha convertido en uno de los destinos más deseados para quienes buscan desconexión, belleza natural y tradición culinaria. No es solo un lugar para visitar: es un enclave que deja huella en el paladar y en la retina.

Foto: Una de las cascadas de Lousame. (Turismo de Galicia)

Hablamos de Carballedo, en el corazón de la Ribeira Sacra lucense, donde la cocina tradicional alcanza un nivel excepcional. En restaurantes como Berrello, con décadas de historia, se sirven algunos de los platos más emblemáticos del municipio, entre ellos los legendarios callos de A Barrela o la irresistible carne ao caldeiro, protagonista incluso de una fiesta gastronómica local celebrada en abril. También destacan las carnes asadas y los sabores que nacen del producto de cercanía, como el cabrito al horno o la carne richada.

Miradores con vistas de otro mundo

Los amantes de los paisajes no podrán resistirse a subir hasta el mirador de A Picota, con vistas privilegiadas sobre el embalse de Os Peares y los cañones del Sil y del Miño. Desde ahí, se divisa incluso el puente ferroviario que atraviesa este impresionante valle. Otros miradores como Pena Cabezuda o Erbedeiro permiten disfrutar de la típica viticultura en bancales, así como de la cercana isla de Maiorga y del bosque mediterráneo que envuelve al visitante en un entorno de leyenda.

Además de sus joyas culinarias y naturales, Carballedo es también tierra de historia. Sus templos románicos, como San Xoán da Cova o San Pedro de Chouzán, fueron rescatados piedra a piedra para evitar su desaparición bajo las aguas del embalse. En sus caminos se entrecruzan la Red Natura 2000, antiguos trazados romanos y árboles monumentales como el Carballo do Pazo de Cartelos, con más de mil años de historia. Una escapada a este municipio es un viaje al pasado, al sabor y a la esencia más profunda de Galicia.

Rodeado de acantilados, cascadas y una red de senderos que serpentean entre bosques centenarios, este rincón gallego se ha convertido en uno de los destinos más deseados para quienes buscan desconexión, belleza natural y tradición culinaria. No es solo un lugar para visitar: es un enclave que deja huella en el paladar y en la retina.

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