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La remota isla con nombre catalán que hay que ver una vez en la vida: descubre por qué se ha convertido en un paraíso para la ciencia
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La remota isla con nombre catalán que hay que ver una vez en la vida: descubre por qué se ha convertido en un paraíso para la ciencia

Aislada durante millones de años, esta isla mexicana alberga una sorprendente variedad de especies únicas en el mundo, tanto en tierra como en el mar

Foto: Imagen de la isla situada a miles de kilómetros de España que cuenta con especies endémicas como las biznagas gigantes (Flickr)
Imagen de la isla situada a miles de kilómetros de España que cuenta con especies endémicas como las biznagas gigantes (Flickr)

Aunque muchos no lo sepan, hay un sinfín de islas que tienen un vínculo especial con Cataluña, la tierra del vermú y los calçots y cosmos de Gaudí, que dejó su impronta modernista en la capital, una Barcelona cosmopolita que es elegida cada año como destino turístico. Abierta al mar Mediterráneo, presume de ser una de las cabeceras europeas más punteras para una escapada veraniega.

Con nombre catalán, encontramos un atolón volcánico que trasciende las fronteras españolas. Se trata de Montserrat (como un claro homenaje a la montaña sagrada de Cataluña), bautizada como la "Isla Esmeralda del Caribe" que es un territorio británico de ultramar donde Los Beatles crearon sus mejores hits en un estudio de grabación improvisado. Pero, no es el único nexo de unión que existe en el otro lado del Atlántico. La belleza de la naturaleza se reproduce en otra isla remota de clima tropical: la Isla Catalana, también conocida como Santa Catalina, ubicada en el Golfo de California, a 35 kilómetros de Los Ángeles.

Deshabitada y tan solo rodeada por el mar de Loreto, su ciudad más próxima, es un remanso de paz que cuenta con una superficie total de 39,273 kilómetros cuadrados. Está situada frente a las costas del estado de Baja California Sur y alberga una rica fauna y flora. Las especies endémicas que más llaman la atención son las biznagas gigantes (Echinocactus platyacanthus), un cactus de bola o barril procedente de México, y que en España también se ha convertido en reclamo turístico. Un ejemplo de ello es la protectora Oasis Wildlife de Fuerteventura, Canarias, que promueve el respeto por la biodiversidad.

Otras de las especies endémicas que se pueden encontrar son:

Flora


En la Isla Santa Catalina se pueden encontrar varias especies de plantas adaptadas al clima seco, pero una de las más llamativas es el Ferocactus diguetii, un tipo de cactus que fue descubierto por el naturalista francés Léon Diguet. Este cactus es endémico de las islas del Golfo de California y, curiosamente, en Santa Catalina se encuentran los ejemplares más altos registrados de esta especie.

Fauna


Aves

La isla alberga una variedad de aves, tanto residentes como migratorias. Algunas de las especies más comunes incluyen:

  • Picoides scalaris (pájaro carpintero escamado)
  • Melanerpes uropygialis (pájaro carpintero del desierto)
  • Zenaida asiatica (tórtola cola larga)
  • Amphispiza bilineata (gorrión del desierto)
  • Cardinalis cardinalis (cardenal rojo)
  • Haemorhous mexicanus (pinzón mexicano)

Estas aves forman parte del ecosistema seco y semiárido de la isla, adaptadas a la vegetación baja y escasa.

placeholder Imagen de un pájaro carpintero escamado (iBird)
Imagen de un pájaro carpintero escamado (iBird)

Reptiles

Santa Catalina es especialmente conocida por su riqueza en reptiles. En total, hay diez especies registradas en la isla, de las cuales siete son endémicas, es decir, no existen en ningún otro lugar del mundo. Entre ellas destacan:

  • Crotalus catalinensis: una serpiente de cascabel única que no tiene sonaja, lo cual la distingue de otras serpientes venenosas del continente.
  • Aspidoscelis catalinensis: una lagartija muy activa durante el día.
  • Dipsosaurus catalinensis: un tipo de iguana del desierto.
  • Lampropeltis catalinensis: conocida como serpiente real de la isla.
  • Phyllodactylus bugastrolepis: un gecko de dedos con forma de hoja.
  • Sceloporus lineatulus: una lagartija espinosa típica de zonas áridas.
  • Uta squamata: una pequeña lagartija que se camufla bien en el terreno rocoso.

La Isla Santa Catalina, ubicada en Baja California Sur, se caracteriza por una fauna variada y por albergar varias especies que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Entre los animales más representativos está la serpiente de cascabel de Santa Catalina, una especie única que llama la atención por no tener sonaja, a diferencia de otras serpientes de su tipo. En la isla también habitan numerosas aves marinas, como pelícanos, cormoranes y gaviotas.

El origen del nombre

Hay un extenso halo de misterio respecto a la fecha de origen de la denominación de la isla. La información recogida en los documentos oficiales es confusa, pues no hay consenso entre el momento concreto en que se bautizó como "Isla Catalana". Algunos investigadores sitúan el germen en el segundo viaje de Francisco Ortega, realizado en el año 1633, siendo el escribano de aquellas expediciones, Antonio Mayor i Corbera, de Barcelona. A lo largo de los años, los múltiples expertos siguen utilizando los dos términos (Isla Catalana y Santa Catalina) indistintamente, debido a la falta de concordancia informativa.

Foto: Curaçao (Fuente: iStock)

La Isla Santa Catalina se ha convertido en un verdadero paraíso para la ciencia, gracias a su riqueza natural y aislamiento geográfico. Durante millones de años, las especies que habitan en la isla evolucionaron de forma independiente, lo que dio lugar a una flora y fauna únicas en el mundo. Este proceso ha permitido que científicos estudien de cerca cómo funciona la evolución en un entorno aislado. El mar que la rodea está lleno de vida. Es común ver delfines, calderones y otras especies marinas nadando cerca de las embarcaciones, lo que convierte a Santa Catalina en un lugar excepcional para la investigación y la conservación de la biodiversidad.

Según los estudiosos de la isla, esta joya natural contaba con dos puntos de agua potable y una extraordinaria mina de oro (nunca fue localizada) que databa de las décadas de 1850 y 1860. Para visitar Santa Catalina, hay que solicitar un permiso especial y solo es posible recorrerla acompañado de un guía experto. Se pueden obtener en el Centro de Visitantes de Two Harbors o en Servicios para visitantes de Two Harbors. El objetivo es preservar el impresionante ecosistema natural que rodea la isla. Aunque no existe una relación histórica directa confirmada, el nombre ha despertado el interés de viajeros y científicos catalanes, creando un lazo cultural inesperado entre esta remota isla mexicana y la región europea. Así, la isla no solo destaca por su valor ecológico, sino también por las conexiones simbólicas que despierta más allá de sus fronteras.

Aunque muchos no lo sepan, hay un sinfín de islas que tienen un vínculo especial con Cataluña, la tierra del vermú y los calçots y cosmos de Gaudí, que dejó su impronta modernista en la capital, una Barcelona cosmopolita que es elegida cada año como destino turístico. Abierta al mar Mediterráneo, presume de ser una de las cabeceras europeas más punteras para una escapada veraniega.

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