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Uno de los pueblos más infravalorados de España está en Murcia: tambores y termas en un enclave monumental
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Uno de los pueblos más infravalorados de España está en Murcia: tambores y termas en un enclave monumental

Patrimonio, agua sulfurosa y una intensa tradición con tambores conviven en este municipio del interior de la Región de Murcia, lejos de las rutas más transitadas y con mucho que ofrecer

Foto: Uno de los pueblos más infravalorados de España está en Murcia (turismodemula.es)
Uno de los pueblos más infravalorados de España está en Murcia (turismodemula.es)

Entre colinas, huertas y sierras, este pueblo conserva una riqueza monumental poco conocida fuera de su comarca: calles empedradas, conventos centenarios y una fortaleza en lo alto configuran una silueta inconfundible. Hablamos de Mula, en el noroeste murciano, una localidad que la revista Viajar ha definido como uno de los pueblos más infravalorados de España, y que poco a poco despierta el interés de quienes buscan autenticidad lejos de los focos.

El castillo de los Vélez, levantado en el siglo XVI, preside la localidad desde un cerro. A sus pies se extiende un casco antiguo declarado Bien de Interés Cultural, con hitos como el Monasterio de la Encarnación, la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, el Convento de San Francisco, el Palacio de los Marqueses de Menahermosa, que alberga el Museo de Arte Ibérico El Cigarralejo, o la Casa Pintada, una casona barroca del siglo XVIII reconvertida en museo de arte contemporáneo y sede de la Fundación Cristóbal Gabarrón.

Foto: La "infravalorada" zona de España a la que 'National Geographic' recomienda viajar un fin de semana (iStock)

Tambores, aguas termales y un bar centenario

Si hay una tradición que da nombre a Mula, es la de su Noche de los Tambores, declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y Fiesta de Interés Turístico Internacional. Cada Martes Santo a medianoche, miles de tamboristas con túnicas negras inundan las calles haciendo sonar sus tambores sin interrupción hasta bien entrada la tarde del día siguiente. Es una de las manifestaciones más sobrecogedoras y sonoras de la Semana Santa en España.

placeholder Noche de los Tambores de Mula de este año 2025 (EFE/Marcial Guillén)
Noche de los Tambores de Mula de este año 2025 (EFE/Marcial Guillén)

Pero además de su Noche de los Tambores, Mula celebra con intensidad otras tradiciones profundamente arraigadas. Aunque pueda sorprender a algunos, una festividad tan asociada a Madrid como es San Isidro también se celebra en este municipio murciano: en este caso, es el segundo sábado de mayo cuando se producen los festejos a San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, con carrozas, danzas y ambiente huertano que inundan las calles. En septiembre, tiene lugar la devoción al Niño Jesús del Balate, más conocido como el Niño de Mula, una imagen profundamente venerada en la Región de Murcia, cuya bajada desde su santuario da inicio a las fiestas patronales y congrega a miles de fieles en una de las citas religiosas más emotivas del calendario local.

Además, Mula también es sinónimo de agua. En la pedanía de Baños de Mula, a apenas diez minutos en coche del pueblo, las aguas mineromedicinales sulfurosas, declaradas medicinales en 1882, surgen a 40-45 ºC y nutren pequeños balnearios como El Pozo, El Delfín, El Intendente o El Parador Azul.

Los habitantes de la zona atribuyen a estas aguas propiedades curativas muy poderosas, y aseguran que están relacionadas con una menor incidencia de enfermedades como el cáncer. El enclave ha pasado de ser un manantial tradicional a convertirse en un refugio termal, donde todavía se conservan bañeras de piedra originales y tratamientos sencillos en contacto directo con el manantial.

Foto: Imagen del Baño El Pozo (Baños de Mula, Región de Murcia), donde el agua entra directamente del manantial (balnearioelpozo.es)

La tradición balnearia se complementa con alojamientos rurales, rutas de senderismo en el cercano Parque Regional de Sierra Espuña y una gastronomía honesta basada en producto local. Entre los establecimientos más conocidos y valorados de Mula, destacan opciones como El Churrasco (con cocina tradicional de mucha calidad) o Casino Gastrobar (que combina de manera exquisita la tradición murciana con toques modernos), así como el Bar Salazar.

Cabe señalar que Salazar cumple precisamente este año su centenario: su historia comenzó en 1925, cuando se llamaba Café Bar El Rápido. En su terraza, junto a la Glorieta Juan Carlos I, se sirven mariscos frescos y cerveza de barril, además de tapas clásicas como la mojama con almendras, el bacalao con cebolla o las famosas patatas fritas caseras con aceite de oliva, y durante ya un siglo ha sido un clásico lugar de encuentro en el pueblo con tres generaciones de propietarios.

A pesar de su valor patrimonial, histórico y natural, Mula sigue siendo una gran desconocida para muchas personas. Sin embargo, para quienes se adentran por sus callejuelas, descubren sus plazas silenciosas o se sumergen en sus aguas termales, la sensación suele ser la de haber llegado a un lugar auténtico, fuera del ruido y de las prisas.

Entre colinas, huertas y sierras, este pueblo conserva una riqueza monumental poco conocida fuera de su comarca: calles empedradas, conventos centenarios y una fortaleza en lo alto configuran una silueta inconfundible. Hablamos de Mula, en el noroeste murciano, una localidad que la revista Viajar ha definido como uno de los pueblos más infravalorados de España, y que poco a poco despierta el interés de quienes buscan autenticidad lejos de los focos.

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