Descubre una ruta única en España: 17 km por los raíles de una antigua vía de tren cruzando túneles y puentes colgantes
Puentes colgantes sobre cañones, túneles excavados en roca y un sendero que recorre la historia entre naturaleza salvaje y estructuras centenarias. Así es una de las rutas más sorprendentes de España
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A priori, caminar por antiguos raíles de tren no suena como el plan más aventurero. Pero en este rincón de la provincia de Salamanca, lo que antes fue una conexión ferroviaria entre España y Portugal se ha transformado en una de las rutas de senderismo más sorprendentes del país. La experiencia es tan visual como emocional: atraviesas túneles perforados en roca, pasas por puentes suspendidos a decenas de metros sobre cañones fluviales y todo ello rodeado de un entorno natural intacto.
Este camino no es solo un paseo, sino una inmersión en la historia de la ingeniería del siglo XIX, con una puesta en escena que alterna la oscuridad absoluta con vistas abiertas al río Águeda y a las paredes escarpadas del parque natural de Las Arribes del Duero, que es también Reserva de la Biosfera. Las sensaciones se mezclan: el silencio de los túneles, el crujir del metal bajo tus pies, el vuelo de aves rapaces sobre los cortados. Todo está pensado para que cada paso se convierta en un recuerdo.
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No es una ruta cualquiera. Este itinerario de 17 kilómetros está reservado a quienes buscan algo más que un simple paseo por el campo. No se desvela fácilmente, y tal vez ahí radica parte de su encanto. Pero ya es momento de decirlo: hablamos del Camino de Hierro, una de las propuestas de turismo activo más singulares de Castilla y León.
La historia tras los raíles
El Camino de Hierro es la única línea de ferrocarril sobre la que se puede caminar y ocupa el tramo final del antiguo ferrocarril que unía la Fuente de San Esteban (Salamanca) con Barca d'Alva (Portugal). Inaugurado a finales del siglo XIX, este ramal de la Línea del Duero servía de puente ferroviario entre España y Oporto. Unía Salamanca con la frontera lusa, salvando un terreno abrupto gracias a una monumental obra de ingeniería con 20 túneles y 10 puentes, algunos de ellos de la escuela de Eiffel.
Aunque su uso ferroviario cesó hace décadas, el trazado ha sido rehabilitado para el senderismo sin perder su esencia. La ruta discurre junto al cauce del río Águeda y se convierte en un homenaje a la naturaleza y la arquitectura del hierro y la piedra. Es importante llevar calzado cómodo y agua (la linterna y el chaleco reflectante lo proporcionan en la oficina donde se valida la entrada). Por cierto, uno de los túneles alberga más de 10.000 murciélagos, siendo una de las reservas más numerosas de España.
Cómo llegar, horarios, tarifas y reservas
El acceso al Camino de Hierro está regulado para garantizar la seguridad y la conservación del entorno. La entrada se valida en la taquilla del muelle fluvial de Vega Terrón (el único de Castilla y León), donde los visitantes deben presentarse obligatoriamente para coger un transporte lanzadera que les lleva hasta la estación de La Fregeneda, punto de inicio del recorrido, para finalizar nuevamente en el el puerto fluvial.
La ruta puede realizarse durante todo el año, salvo en días de cierre por mantenimiento (los lunes, salvo festivos) y fechas señaladas como Navidad o Año Nuevo. También hay un mes de cierre en verano por indicaciones medioambientales. El horario depende de la temporada: desde las 7:30 h en verano y desde las 9:00 h en invierno, con horarios límite de salida y finalización. El sistema asigna automáticamente la hora de entrada al comprar la entrada en www.caminodehierro.es.
El precio general es de 8 euros, aunque existen tarifas reducidas de 7 euros para estudiantes, jubilados o familias numerosas, y de 4 euros para empadronados en los municipios de La Fregeneda o Hinojosa de Duero. El precio incluye el traslado hasta el inicio del sendero y seguro, además de la linterna y el chaleco. Es importante tener en cuenta que no se permiten devoluciones, así que conviene llegar con tiempo y bien equipado.
Los pueblos que enriquecen la experiencia
Las Arribes del Duero no solo ofrecen paisajes espectaculares; también están salpicadas de pueblos con encanto, cultura y tradición. Lugares como Ahigal de los Aceiteros, rodeado de olivos centenarios, o Bermellar, con su historia y etimología ligada al leonés antiguo, son paradas obligadas para los amantes del turismo rural.
La ruta, de 17 kilómetros, transcurre por una monumental obra de ingeniería con 20 túneles y 10 puentes
Otros destinos recomendables son Lumbrales, con su feria ganadera y vida comarcal activa; San Felices de los Gallegos, declarado Conjunto Histórico-Artístico; o Sobradillo, que alberga la Casa del Parque Natural. Al otro lado del Duero, Barca d'Alva, ya en Portugal, remata la experiencia con su ambiente fluvial y sabor internacional. Todos estos enclaves ofrecen una oportunidad perfecta para ampliar el viaje más allá del sendero y conocer el alma de la región.
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A priori, caminar por antiguos raíles de tren no suena como el plan más aventurero. Pero en este rincón de la provincia de Salamanca, lo que antes fue una conexión ferroviaria entre España y Portugal se ha transformado en una de las rutas de senderismo más sorprendentes del país. La experiencia es tan visual como emocional: atraviesas túneles perforados en roca, pasas por puentes suspendidos a decenas de metros sobre cañones fluviales y todo ello rodeado de un entorno natural intacto.