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El pueblo de interior de España que hay que visitar sí o sí: tiene un castillo del siglo XV con una bodega dentro
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El pueblo de interior de España que hay que visitar sí o sí: tiene un castillo del siglo XV con una bodega dentro

La localidad se ha convertido en una visita obligatoria para todos aquellos amantes del turismo de interior y de la cultura vinícola

Foto: (Fuente: Ayuntamiento de Sajazarra)
(Fuente: Ayuntamiento de Sajazarra)

En un momento en el que el turismo de interior se está consolidando cada vez más como una alternativa al sol y playa, cada vez más viajeros buscan escapadas que combinen historia, naturaleza y buena gastronomía. Los pequeños municipios del interior de España, lejos del ruido de las grandes ciudades y de las zonas más masificadas, han sabido conservar su esencia, su patrimonio y sus tradiciones. Muchos de ellos sorprenden al visitante con sus mejores secretos: fortalezas medievales, calles empedradas, casas de piedra y una cultura vitivinícola que forma parte de su identidad desde hace siglos.

En este contexto, destaca una joya poco conocida, pero absolutamente imprescindible. Un pueblo que no solo ha sido declarado como uno de los más bonitos de España, sino que, además, guarda un tesoro arquitectónico con una historia fascinante. Se trata de Sajazarra, una pequeña villa riojana situada en la confluencia de los ríos Aguanal y Ea, que ha conquistado a los viajeros más curiosos por su castillo del siglo XV, convertido hoy en una peculiar bodega de vinos.

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(Fuente: iStock)

Lo que hace especial al castillo de Sajazarra no es solo su robusta arquitectura medieval ni sus bien conservadas murallas, sino lo que esconde en su interior. Esta fortaleza, construida en la segunda mitad del siglo XV cuando la villa pasó a manos del linaje de los Velasco, fue rehabilitada en los años 70 por la familia Líbano, quienes no tardaron en descubrir en sus entrañas algo inesperado: restos y utensilios vinculados a la elaboración de vino. Aquel hallazgo marcó el inicio de una nueva etapa para el castillo, que pasó a convertirse en una bodega familiar.

La bodega Castillo de Sajazarra, fundada oficialmente en 1973, es una rareza dentro del enoturismo español. No todos los días se puede catar un vino rodeado de piedras centenarias, techos abovedados y elementos que recuerdan el esplendor medieval.

Foto: (Fuente: iStock)

La finca ha ido creciendo con los años, llegando a contar hoy con cerca de 50 hectáreas de viñedos repartidos en diferentes parcelas, donde predominan las variedades tempranillo, graciano y garnacha. Además, en una finca en Bell-lloc, en Cataluña, cultivan una variedad blanca llamada pansa blanca con la que elaboran su característico vino blanco con Denominación de Origen Alella.

Pasear por Sajazarra es como adentrarse en un cuento. Calles estrechas, casas de piedra perfectamente conservadas y un entorno natural dominado por viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista. La villa fue mencionada por primera vez en el año 1099 y ha estado ligada durante siglos al cultivo de la vid. Esa tradición sigue muy viva hoy, no solo a través de la bodega del castillo, sino también gracias a las rutas de vino, las visitas guiadas y la posibilidad de degustar sus productos en un entorno privilegiado.

Sajazarra es un lugar ideal para una escapada de fin de semana o como parada imprescindible en una ruta por La Rioja. Además de su castillo-bodega, el pueblo ofrece tranquilidad, paisajes de postal y una gastronomía de kilómetro cero que no decepciona.

En un momento en el que el turismo de interior se está consolidando cada vez más como una alternativa al sol y playa, cada vez más viajeros buscan escapadas que combinen historia, naturaleza y buena gastronomía. Los pequeños municipios del interior de España, lejos del ruido de las grandes ciudades y de las zonas más masificadas, han sabido conservar su esencia, su patrimonio y sus tradiciones. Muchos de ellos sorprenden al visitante con sus mejores secretos: fortalezas medievales, calles empedradas, casas de piedra y una cultura vitivinícola que forma parte de su identidad desde hace siglos.

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