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Podría ser Italia, pero es España: la joya poco conocida por los británicos y que ahora recomiendan visitar
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UNA JOYA DESCONOCIDA PARA MUCHOS

Podría ser Italia, pero es España: la joya poco conocida por los británicos y que ahora recomiendan visitar

La localidad se ha convertido en todo un referente de la zona y ha recibido en los últimos años la visita de muchos turistas por haber sido escenario de importantes rodajes

Foto: (Fuente: iStock)
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Piedra dorada, callejones medievales y tejados llenos de nidos de cigüeñas. Se podría estar hablando de algún rincón toscano, pero este lugar no está en Italia. Está en el corazón de Extremadura. Y a pesar de que para muchos españoles es un destino habitual de escapada, lo cierto es que sigue siendo una joya escondida para la mayoría de visitantes británicos, que apenas lo tienen en el radar, hasta ahora.

El prestigioso diario británico The Telegraph lo tiene claro y ha definido Trujillo como uno de los destinos más bonitos de España que los británicos aún no han descubierto, pese a tener todo lo necesario para enamorar a cualquiera. De hecho, del más de medio millón de turistas que recibió el año pasado, más del 90% fueron españoles. Tan solo una pequeña parte procedía del extranjero, y los pocos que llegaban solían venir de Francia, Alemania o Portugal.

Trujillo parece detenido en el tiempo. Su Plaza Mayor, una de las más monumentales del país, despliega una unión de piedra tallada y balcones que recuerdan a las plazas renacentistas italianas.

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En el centro, la estatua ecuestre de Francisco Pizarro —nacido aquí— vigila la actividad de los bares y terrazas, mientras los visitantes alzan la vista hacia los palacios de los Duques de San Carlos, la Casa de las Cadenas o el Palacio de la Conquista.

Desde esa plaza nacen callejuelas que llegan hasta lo alto del casco histórico, coronado por un castillo de origen islámico del siglo IX. Las vistas desde sus almenas son espectaculares. Y si el viajero mira hacia arriba mientras pasea, es probable que vea una escena muy típica de esta zona: cigüeñas encaramadas en lo alto de las iglesias, sobre nidos gigantes que parecen haber sido diseñados para una película de época.

Trujillo no solo presume de belleza, sino de una historia fascinante. Fue un asentamiento romano en el siglo III a. C., luego ciudad musulmana y más tarde cuna de algunos de los grandes conquistadores de América. Francisco Pizarro, descubridor del Imperio inca, nació en esta tierra, y su casa se ha convertido hoy en un museo que permite asomarse a la vida de aquel turbulento siglo XVI.

Foto: Vista aérea del precioso pueblo de La Rioja con pozas termales gratuitas (iStock)

También es visita obligada la Iglesia de Santa María la Mayor, construida entre los siglos XIII y XV, que guarda en su interior sepulcros de nobles trujillanos y ofrece una de las mejores vistas del pueblo desde su torre. Y para quienes disfrutan con los pequeños detalles, hay un sinfín de casas señoriales, conventos y rincones con encanto, como el Convento de Santa Clara, donde las monjas venden dulces artesanos hechos a mano.

Trujillo ya ha brillado en las pantallas de medio mundo. Su patrimonio monumental ha servido como escenario para varias producciones de gran éxito, como Juego de Tronos y La Casa del Dragón. Las calles, plazas y murallas de la ciudad han sido testigo de intrigas palaciegas, luchas de poder y tramas épicas que han fascinado a millones de espectadores. Ahora, con el empujón mediático de la prensa británica, parece que la historia de este pueblo está a punto de dar un nuevo giro: el de convertirse en un destino internacional de moda.

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(Fuente: iStock)

Y si todo esto fuera poco, Trujillo tiene un as en la manga: su gastronomía. En la ciudad se celebra cada año una de las ferias del queso más importantes de Europa, y no es casualidad. El queso de oveja —como el Torta del Casar o el de los Ibores— es una delicia local que compite de tú a tú con los grandes quesos franceses e italianos.

A ello se suman platos contundentes como las migas extremeñas, el cordero a la caldereta o los embutidos ibéricos de la zona. Y para los más golosos, el paseo puede terminar con unas perrunillas, bollos de leche o roscas compradas directamente en los conventos.

Piedra dorada, callejones medievales y tejados llenos de nidos de cigüeñas. Se podría estar hablando de algún rincón toscano, pero este lugar no está en Italia. Está en el corazón de Extremadura. Y a pesar de que para muchos españoles es un destino habitual de escapada, lo cierto es que sigue siendo una joya escondida para la mayoría de visitantes británicos, que apenas lo tienen en el radar, hasta ahora.

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