El imponente monasterio abandonado de Galicia que tienes que visitar sí o sí: con fachada ajedrezada y del siglo XII, carcomido por la naturaleza

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Un enclave escondido entre espesos bosques gallegos conserva una de las joyas más sorprendentes del patrimonio monástico del norte de España. Pese a su estado de abandono, la fuerza de su arquitectura y la naturaleza que lo devora lo han convertido en una parada obligada para los viajeros que buscan lugares únicos y silenciosos, marcados por siglos de historia y leyendas milagrosas.

Se trata del Monasterio de Santa María de Monfero, una imponente construcción cisterciense situada en el corazón de A Coruña, dentro del Parque Natural de las Fragas do Eume. Fundado en el siglo XII y reformado en el XVII, el edificio destaca por su fachada ajedrezada de granito y pizarra, única en Galicia. Su iglesia de planta de cruz latina, la cúpula octogonal de influencias italianas y los sepulcros góticos de la familia Andrade evidencian el poder que concentró este lugar durante siglos.

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Sara Castellanos

Una historia de esplendor, abandono y milagros

Aunque sus orígenes se vinculan a San Rosendo o a la unión de antiguas ermitas, fue Alfonso VII quien impulsó su primera gran reforma. Posteriormente, en los siglos XVI y XVII, alcanzó su máximo esplendor con la reconstrucción barroca que aún se aprecia. En su interior se venera a la Virgen de la Cela, a quien se atribuyen apariciones y curaciones milagrosas. Desde entonces, se erigió un retablo pétreo para su culto que aún puede visitarse.

La historia del monasterio también está escrita en sus tres claustros: el de la Hospedería, el Procesional —el mejor conservado— y el Dormitorio, parcialmente derruido. Saqueos, rayos y abandono acabaron por devastar parte del complejo, pero aún conserva intactos numerosos elementos que justifican su declaración como Bien de Interés Cultural. Rodeado por un bosque atlántico virgen, su silueta entre la vegetación parece resistirse al olvido.