La espectacular ruta entre acantilados, faros, molinos y tesoros ocultos que muy pocos conocen

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La Costa da Morte guarda muchos secretos, pero pocos tan fascinantes como este sendero litoral que recorre algunos de sus paisajes más vírgenes y salvajes. Alejada de los focos turísticos y de las rutas más transitadas, esta ruta poco conocida combina historia, naturaleza y mar en un recorrido que resume la esencia de Galicia. Y es que, además de su riqueza paisajística, esta senda ofrece una conexión única con la cultura marinera de esta rica comunidad.

Los acantilados, la fuerza del océano y el silencio de los molinos se mezclan con leyendas de naufragios y faros centenarios. Este trazado lineal, conocido como Ruta Litoral de Camariñas (RC-2), une el municipio de Camelle con el Castillo del Soberano, pasando por playas vírgenes, dunas singulares, estructuras megalíticas y miradores naturales que cortan la respiración. Eso sí, la experiencia varía según la estación: mientras en invierno la niebla crea un ambiente de introspección, en verano los contrastes de luz entre las rocas, el agua y la vegetación dibujan postales inolvidables.

A lo largo de 23 kilómetros de recorrido (ida y vuelta), con una duración estimada de entre cinco y ocho horas, el camino atraviesa territorios declarados Zona de Especial Protección para las Aves y forma parte de la Red Natura 2000, lo que garantiza un entorno poco alterado y lleno de biodiversidad. La dificultad es media, por lo que resulta accesible para senderistas con un mínimo de preparación.

Itinerario de la ruta: del arte al naufragio

El recorrido de esta ruta es una sucesión de paisajes que combinan historia, naturaleza y arte en estado puro. Desde esculturas creadas frente al mar hasta vestigios de naufragios trágicos, cada parada guarda una historia que merece ser contada. El camino avanza entre dunas, playas vírgenes y acantilados, revelando joyas escondidas a cada paso.

• Museo de Man (Camelle): el punto de inicio lo marca este singular jardín escultórico creado por Manfred Gnädinger, conocido como Man o “el Alemán de Camelle”, cuya obra fusiona naturaleza y arte.
• Monte Branco: entre Camelle y Arou se alza esta duna rampante, la más alta de Europa en su tipología, un fenómeno geológico de gran valor.
• Playa de Trece: un arenal virgen donde habita la mayor colonia de caramiñas de Galicia.
• Cementerio de los Ingleses: aquí descansan los marineros del HMS Serpent, hundido en 1890, y el lugar forma parte del Itinerario Europeo de Cementerios Singulares.
• Mámoa de Reira: un monumento megalítico que atestigua la ocupación humana desde tiempos prehistóricos.
• Faro Vilán: primer faro eléctrico de Europa, ofrece visitas y un centro de interpretación sobre naufragios en la Costa da Morte.
• Vilán de Fora: islote protegido con gran riqueza ornitológica.
• Furna dos Infernos: una cavidad marina donde las olas entran con estrépito, creando un espectáculo natural.
• Ermita da Virxe do Monte: ubicada en un promontorio, permite una panorámica única del litoral.
• Castillo del Soberano: ruinas del siglo XVIII que cierran el recorrido junto a la playa de Lago.

Cómo llegar y recomendaciones

Camelle, punto de partida de la ruta, está bien conectado con Santiago de Compostela. Desde la capital gallega, el trayecto más directo es tomando la AC-441 y después la DP-1601 hasta el núcleo urbano de Camariñas. Allí se encuentra el Museo de Man, donde comienza esta joya costera.

Pocos rincones ofrecen una experiencia tan completa como esta ruta secreta en la Costa da Morte para descubrir la Galicia más auténtica

Aunque el sendero está señalizado y es accesible sin equipamiento técnico, se aconseja llevar calzado adecuado, algo de abrigo por el viento oceánico y agua suficiente, sobre todo en los meses cálidos. El entorno es frágil y forma parte de espacios protegidos, por lo que conviene ser respetuosos con la flora, la fauna y el patrimonio.