El bar de tapas donde tienes que comer sí o sí en Granada: cumple las 3B (bueno, bonito y barato)

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Una barra sin sillas, un ambiente inalterado desde 1947 y una tapa que crea adicción. Estos son los ingredientes que hacen de este establecimiento un lugar imprescindible en cualquier visita a Granada. Su encanto reside en la autenticidad: lo que ves es lo que hay, y lo que hay es una de las mejores expresiones de la cocina popular andaluza. Aquí no encontrarás artificios, solo producto fresco, tradición intacta y un trato cercano que ha conquistado tanto a locales como a visitantes.

Casa Julio 1947 es el nombre que todo granadino conoce cuando se habla de tapas de calidad. Fundada hace más de siete décadas en la calle Hermosa, esta taberna se ha convertido en referente del tapeo granadino. Su especialidad, el cazón en adobo, se sirve como tapa gratuita con cada bebida, una práctica que se mantiene en el local original, donde no hay mesas y todo se disfruta de pie. La caña o el tinto de verano, por poco más de 2 euros, marcan el inicio de una experiencia culinaria que huele a fritura recién hecha.

Tradición y expansión con sello propio

Lejos de limitarse a su mítico local de barra, Casa Julio ha dado un paso adelante sin perder su esencia. En Plaza Bib-Rambla se ubica su segundo establecimiento, un restaurante con mesas y carta ampliada, donde siguen brillando los clásicos de la casa, como la fritura de pescado, las berenjenas con miel o los boquerones. A ellos se suman platos más elaborados como el tataki de ternera madurada con fideos udon o el bacalao a la Granaina, una combinación que seduce a quienes buscan más que una tapa rápida.

La Guía Repsol ha reconocido su labor con un Solete en la categoría de Bares, una distinción reservada a los espacios con encanto y autenticidad. Con una valoración media de 4,4 sobre 5 en TripAdvisor basada en cientos de opiniones, este establecimiento sigue siendo uno de los favoritos de quienes buscan lo bueno, lo bonito y lo barato en Granada. Si hay un sitio que concentra la esencia de la gastronomía granadina en un bocado, ese lugar es, sin duda, Casa Julio.