Este pueblo de Valencia es un paraíso para senderistas: naturaleza, tradición y vistas únicas

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Los amantes del senderismo y de los paisajes de interior encuentran en la provincia de Valencia una red de municipios que conservan su identidad rural y se integran con el entorno natural. La cercanía de la Sierra Calderona convierte a esta zona en un destino habitual para quienes buscan caminar entre vegetación mediterránea, avistar fauna salvaje o alcanzar alguno de los numerosos miradores que dominan el horizonte. Este tipo de escapadas al aire libre atraen cada vez a más visitantes en busca de tranquilidad, caminos poco transitados y vistas sobrecogedoras.

Uno de esos pueblos es Estivella, situado en la comarca del Camp de Morvedre. Su territorio abarca parte del parque natural y permite acceder a enclaves como la Font del Barraix, la Penya Roja o el mirador del Garbí, desde donde se contemplan extensas vistas del valle. También destaca la Ermita de la Cruz, ubicada en una loma desde la que se obtienen algunas de las mejores vistas del municipio y sus alrededores, como ha destacado recientemente la cuenta oficial de Turismo de la Comunidad Valenciana.

La red de sendas incluye caminos como el del Blanquissar o la Senda de la Tancà, transitados tanto por senderistas como por ciclistas. Algunos de estos itinerarios discurren entre formaciones rocosas elevadas, desde las que no es raro observar aves rapaces en vuelo.

Además del entorno natural, el núcleo urbano conserva elementos patrimoniales de interés. El acueducto dels Arcs, la iglesia barroca de los Santos Juanes y su museo parroquial forman parte de un conjunto arquitectónico que se mantiene en buen estado. Las viviendas tradicionales se mezclan con otros espacios más modernos, sin perder el carácter de municipio de interior vinculado a la historia agrícola de la zona. La vida cultural se expresa en fechas señaladas como las fiestas de Sant Roc o Sant Blai, cuando se preparan calderos de arròs amb fesols i naps y se reparten cocas típicas entre los asistentes.

Un paisaje con vida propia

Estivella también ofrece la posibilidad de conocer la fauna autóctona con especial atención a las especies protegidas. En las inmediaciones del parque es posible encontrar águilas perdiceras, azores, búhos reales y pequeños mamíferos como ardillas o conejos, además de ejemplares de tortuga leprosa en determinados puntos del entorno. El contacto con la naturaleza no se limita a la observación: muchas familias aprovechan el área recreativa de la Font del Barraix para pasar el día o como punto de inicio para rutas más exigentes por la sierra.

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El municipio continúa desarrollando su atractivo turístico sin renunciar a sus raíces. El perfil montañoso, la flora mediterránea y la riqueza patrimonial convierten a este enclave valenciano en una propuesta distinta a las escapadas más populares del litoral. Cada visita permite descubrir un camino nuevo, un ángulo distinto desde el que contemplar el paisaje o una conversación con vecinos que comparten con naturalidad el valor de lo cotidiano.