La ruta de senderismo que tienes que hacer sí o sí en Aranjuez, a menos de 1 hora de Madrid: pasarás por antiguos huertos de la Corona Española

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Aranjuez guarda uno de los paisajes más singulares de la Comunidad de Madrid, ideal para quienes buscan rutas de senderismo asequibles y cargadas de historia. A menos de una hora de la capital, su entorno natural sorprende con caminos fluviales, huertas centenarias y antiguos sotos, como los del Real Sitio, que forman parte del paisaje cultural declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Entre todas las sendas que atraviesan esta zona, una destaca por su valor ecológico, paisajístico y patrimonial. Se trata de la Senda Ecológica del Río Tajo en el Legamarejo, que además incorpora un desvío hasta el espectacular horcajo entre los ríos Jarama y Tajo, en un paraje conocido como La Flamenca. El itinerario, de carácter circular y apenas 7,4 kilómetros de longitud, se puede completar en dos horas y es perfecto para disfrutar de una jornada al aire libre sin grandes exigencias físicas.

La ruta comienza junto al Jardín de la Isla, a escasos metros del Palacio Real de Aranjuez. Desde allí, el paseo bordea el cauce del Tajo por senderos bien definidos y señalizados, atravesando zonas como el Soto de Legamarejo y el Paseo Angostillo. A lo largo del recorrido, se conservan antiguos puestos de pesca y caminos que fueron usados durante siglos por los trabajadores de las huertas reales. Esta zona, antaño destinada al cultivo de productos hortícolas para la mesa de los monarcas españoles, conserva aún el trazado agrícola que marcó su historia.

Senderismo entre los secretos del Tajo

El desvío hacia La Flamenca añade un componente natural fascinante: el encuentro de dos grandes ríos. El camino, más angosto en su tramo final, discurre entre el matorral y los campos de El Raso, hasta alcanzar el punto donde el Jarama entrega sus aguas al Tajo. Este espacio, poco conocido y frecuentado por aves acuáticas, permite contemplar un paraje de enorme valor ecológico y fotográfico. De vuelta, el Paseo Lemus guía al caminante por las ruinas del antiguo Hipódromo de Legamarejo (1917) y otros elementos del patrimonio local hasta cerrar el círculo en la Plaza de la Isleta.

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Marina Velasco

Sin apenas desniveles y con tramos sombreados por árboles de ribera, la senda se presenta como una excelente opción para recorrer en familia o como complemento a una visita cultural a Aranjuez. Eso sí, conviene llevar agua, ya que no hay fuentes en el trayecto, y prever algunas paradas para disfrutar con calma de un camino que entrelaza naturaleza e historia junto al río más largo de la península.

Además del valor paisajístico, esta ruta permite redescubrir el legado agrícola del Real Sitio, un entramado de huertas y sotos que abastecieron durante siglos a la corte española. El paseo no solo invita a caminar entre álamos y fresnos, sino también a imaginar cómo era la vida en estos márgenes fluviales cuando servían de despensa natural para los banquetes reales. Incluso hoy, algunos tramos conservan el trazado original de aquellos caminos de servicio, que ahora se han transformado en senderos accesibles para cualquier amante de la naturaleza.