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El precioso pueblo del norte de España que guarda un tesoro que pocos conocen y es perfecto para una escapada
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El precioso pueblo del norte de España que guarda un tesoro que pocos conocen y es perfecto para una escapada

Es el destino perfecto para una escapada gracias a su encanto medieval, sus preciosas calles empedradas y una joya que está oculta en su colegiata

Foto: Interior del claustro de la colegiata románica de uno de los pueblos más bonitos de España (iStock)
Interior del claustro de la colegiata románica de uno de los pueblos más bonitos de España (iStock)

Pocos rincones en Cantabria capturan la esencia del medievo como esta villa con tanto encanto que parece detenida en el tiempo. Sus calles empedradas, casonas señoriales y un trazado urbano intacto invitan a pasear sin prisas, entre arcos de piedra y balcones floridos que cuentan siglos de historia. Declarado conjunto histórico-artístico, este pueblo es uno de los más visitados del norte de España y un plan ideal para una escapada de fin de semana, especialmente ahora que se acercan los días festivos de Semana Santa.

La belleza de Santillana del Mar no solo está en sus fachadas de piedra dorada o en su perfecta conservación, sino en la atmósfera que se respira al recorrerla. Cada rincón parece sacado de una novela, y la ausencia de tráfico en su núcleo histórico permite sumergirse en una experiencia única. Basta con recorrer la Calle del Cantón o la Plaza Mayor para entender por qué este lugar sigue enamorando a generaciones de viajeros.

Foto: Santillana del Mar. (iStock)
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Además de su evidente fotogenia, Santillana del Mar guarda un equilibrio perfecto entre patrimonio, gastronomía y hospitalidad. Su oferta cultural y monumental es tan rica que resulta difícil resumirla en una sola visita. Sin embargo, hay una serie de lugares imprescindibles más allá de su emblema religioso más conocido, que bien merecen una parada.

La joya oculta en la Colegiata de Santillana del Mar

El corazón espiritual de Santillana del Mar es, sin duda, la Colegiata de Santa Juliana, una joya del románico que sorprende tanto por su monumentalidad como por los secretos que esconde. Fundada en el siglo XII sobre una antigua ermita, el templo fue creciendo hasta convertirse en uno de los edificios religiosos más importantes de Cantabria. Su claustro, con capiteles historiados, es un remanso de paz donde las figuras talladas en piedra parecen susurrar leyendas antiguas.

El interior de la colegiata alberga un retablo hispano-flamenco de gran valor, pinturas que representan el martirio de Santa Juliana y un baptisterio con una figura del pantocrátor que, según los expertos, pudo formar parte de la desaparecida portada oeste. Sin embargo, lo que más llama la atención en los últimos tiempos es un tesoro que había permanecido oculto durante siglos.

Cubierto por un paño de lino, detrás del altar mayor, se encuentra un frontal de plata repujada de extraordinario valor histórico y artístico. Realizado sobre una tabla traída de Bilbao, está dividido en tres niveles, donde la figura de Santa Juliana ocupa el centro de un elaborado marco decorado con roleos vegetales. La santa aparece sujetando al diablo con una cadena, rodeada de jarrones florales y motivos simétricos cincelados con gran delicadeza.

placeholder El altar mayor de la Colegiata de Santa Juliana, en cuya trasera se vislumbra un frontal de plata repujada (Archivo)
El altar mayor de la Colegiata de Santa Juliana, en cuya trasera se vislumbra un frontal de plata repujada (Archivo)

Se trata de una obra enviada desde México en 1686 por Luis Sánchez de Tagle, un santanderino que hizo fortuna en el comercio de plata en el Virreinato de Nueva España y que quiso honrar a su tierra natal con un esplédido legado en el que también había un Cristo de marfil, candeleros y otras alhajas que aún se conservan en el templo. Este frontal, apenas visible debido a la falta de iluminación directa, ha hecho que pasara desapercibido durante décadas, aunque ahora ha comenzado a despertar el interés de los viajeros más curiosos, ya que puede contemplarse con más facilidad.

Qué ver en Santillana del Mar

Además de la famosa Colegiata de Santa Juliana, Santillana del Mar está repleta de puntos de interés histórico y cultural que no deben pasar desapercibidos. Pasear por sus calles es revivir siglos de historia, donde cada edificio y cada piedra cuentan su propia leyenda.

  • Torre de Don Borja: situada en la Plaza Mayor, esta imponente torre medieval alberga en la actualidad una fundación cultural y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura civil montañesa.
  • Palacio de los Velarde: con una elegante fachada del siglo XVI, este edificio representa el poder de los linajes locales en los tiempos de la monarquía castellana. Está justo enfrente de la colegiata.
  • Casa de los Hombrones: destaca por el gran escudo heráldico que preside su fachada. Su nombre se debe a las figuras esculpidas que adornan el dintel y que parecen custodiar la entrada.
  • Museo Jesús Otero: un espacio que rinde homenaje a uno de los escultores más célebres de Cantabria, con exposiciones que giran en torno a la piedra y la madera, en perfecta sintonía con el entorno.
  • Parador Gil Blas: levantado sobre una casona montañesa del siglo XVII, este edificio evoca el ambiente picaresco de la novela de Lesage. Hoy es un hotel lleno de encanto donde descansar con historia.

Santillana del Mar no solo conquista por su belleza, sino por los secretos que guarda en cada rincón. Pasear por sus calles es viajar al pasado con todos los sentidos. Y si uno sabe mirar con calma, siempre encontrará algo que los demás no vieron.

Pocos rincones en Cantabria capturan la esencia del medievo como esta villa con tanto encanto que parece detenida en el tiempo. Sus calles empedradas, casonas señoriales y un trazado urbano intacto invitan a pasear sin prisas, entre arcos de piedra y balcones floridos que cuentan siglos de historia. Declarado conjunto histórico-artístico, este pueblo es uno de los más visitados del norte de España y un plan ideal para una escapada de fin de semana, especialmente ahora que se acercan los días festivos de Semana Santa.

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