La ruta de senderismo fácil y poco conocida en Barcelona que es ideal para ir con niños: podrán jugar en un parque abandonado
Un sendero corto, fácil y lleno de sorpresas espera a pocos minutos del centro de Barcelona. Su parada más insólita: un parque infantil abandonado donde la imaginación se dispara entre toboganes y estructuras oxidadas
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Barcelona no solo se abre al mar; también respira gracias a la sierra que le abraza por la espalda. Mientras las playas concentran las miradas, el verdadero refugio de desconexión se encuentra a pocos kilómetros del centro, entre caminos de tierra, bosques mediterráneos y rincones que parecen detenidos en el tiempo. Allí, en pleno Parc Natural de Collserola, se esconde una ruta circular poco conocida, ideal para descubrir en familia y con una parada que despertará la curiosidad de los más pequeños.
La propuesta parte de las inmediaciones del cementerio de Collserola y bordea espacios naturales hasta alcanzar uno de los rincones más curiosos de la sierra: un parque infantil abandonado conocido como Bones Hores. Aunque muchas de sus atracciones ya no están en uso, el lugar conserva estructuras en buen estado que despiertan la imaginación de los niños y alargan la parada casi de forma inevitable. Antes de llegar a este parque infantil, la ruta pasa junto a la finca Bones Hores, un edificio histórico de principios del siglo XX que hoy funciona como residencia.
Probablement aquest fil passarà desapercebut, darrera hi ha hores d'investigació i fronts encara no tancats, però la satisfacció que fa la troballa de documents o de persones que t'ajuden es més satisfactori que la repercussió. Què en sabem de Bones Hores? #collserola ⬇️ pic.twitter.com/vvLA1eAWSB
— joan (@joanmoya_) September 25, 2023
La ruta continúa por pistas forestales entre pinares, cruza un antiguo frontón y deja atrás miradores que ofrecen vistas poco habituales del entorno barcelonés. Todo el recorrido está trazado por el senderista Enric Llinares, conocido como el "sherpa de Collserola", quien lo define como de dificultad moderada y apto para todas las edades. Sin apenas desnivel, este sendero permite caminar sin prisas, dejar que los niños marquen el ritmo y sorprenderse con lo que aparece tras cada curva.
Todas las sorpresas que aguardan en Collserola
El recorrido serpentea entre parajes naturales, sombras de pino y el canto lejano de los mirlos. Además de los toboganes oxidados y las construcciones de otra época, el itinerario regala momentos inesperados: rocas con huellas fósiles, bancos improvisados de madera, y si la suerte acompaña, incluso encuentros cercanos con jabalíes, que suelen aparecer sin miedo en las zonas más tranquilas del bosque.
Además de ser ideal para familias, la ruta ofrece pequeños detalles que enriquecen la experiencia: árboles caídos que se convierten en pasarelas improvisadas, escaleras naturales entre rocas, mesas de piedra para comer al aire libre y rincones donde los niños pueden recoger piñas, buscar huellas de animales o simplemente jugar a explorar. Aunque es una excursión breve que puede completarse en menos de tres horas, su variedad de paisajes y estímulos la convierten en un plan perfecto para despertar la curiosidad de los más pequeños sin alejarse de Barcelona.
Collserola es 22 veces más grande que el Central Park de Nueva York
Tras la pausa en Bones Hores, la ruta continúa en forma de anillo entre caminos suaves y vistas elevadas del bosque que envuelve el cementerio. El acceso al punto de inicio es sencillo y se puede realizar tanto en coche como en transporte público, lo que convierte esta salida en un plan ideal para una mañana de domingo. Collserola, una joya natural que protege Barcelona desde sus espaldas, esconde aún rutas que, sin grandes esfuerzos, permiten reconectar con lo esencial.
El itinerario completo suma unos 4,85 kilómetros y se puede comenzar desde las inmediaciones del cementerio de Collserola, donde hay zona de aparcamiento, o bien llegar en Ferrocarrils de la Generalitat hasta la estación de Baixador de Vallvidrera y conectar a pie con el sendero. Todo el recorrido está señalizado y es perfecto para una escapada corta, en compañía de la familia.
El Parc Natural de Collserola, declarado como tal en 2010, abarca más de 8.200 hectáreas y es uno de los mayores pulmones verdes de Europa metropolitana. Su dimensión sorprende si se compara con otros parques urbanos: es 22 veces más grande que el Central Park de Nueva York. Esta sierra, que protege Barcelona desde el oeste, no solo ofrece biodiversidad y paisaje, sino también historia, patrimonio y una red extensa de caminos que permiten descubrirla a pie o en bicicleta. Es, sin duda, la gran aliada para escapar del ruido sin salir de la ciudad.
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