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Entra en la cueva más desconocida de León: descubierta en 1999 y con encantos que puedes conocer en una visita guiada
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Con bellas formaciones naturales

Entra en la cueva más desconocida de León: descubierta en 1999 y con encantos que puedes conocer en una visita guiada

Un paraje silencioso y poco transitado esconde uno de los secretos geológicos mejor conservados de Castilla y León. Su interior guarda formaciones milenarias que solo unos pocos han tenido el privilegio de contemplar

Foto: Entra en la cueva más desconocida de León. (Ayuntamiento de Sabero)
Entra en la cueva más desconocida de León. (Ayuntamiento de Sabero)

Una joya natural permanece oculta entre las montañas del norte de León, alejada de los focos turísticos y solo accesible para quienes se animan a caminar por una pista forestal señalizada. En esta zona de alto valor geológico, el visitante puede descubrir una cavidad que, a pesar de su reducido tamaño, atesora un paisaje subterráneo único forjado durante milenios.

Se trata de la Cueva de Valdelajo, localizada junto a la localidad de Sahelices de Sabero. Fue hallada en 1999 durante unas prospecciones para una cantera y, desde entonces, el Ayuntamiento de Sabero ha trabajado en su acondicionamiento con ayuda de la Diputación de León y el Grupo de Acción Local Montaña de Riaño. La cavidad cuenta hoy con pasarelas e iluminación que permiten una visita respetuosa y segura, siempre guiada y bajo reserva previa.

Una visita guiada entre estalactitas y cristales

Dentro de la cueva, el recorrido de aproximadamente 50 minutos permite observar formaciones espectaculares como estalactitas, columnas, macarrones de aragonito o pequeños gours. Todo ello con una temperatura estable de 10 grados durante el año, lo que hace recomendable llevar una prenda ligera. Uno de sus principales atractivos es la cercanía de los espeleotemas, por lo que se ruega no tocarlos en ningún momento.

El acceso puede realizarse desde la Iglesia de Sahelices de Sabero, siguiendo a pie una pista señalizada de 2,6 kilómetros. También se puede llegar en coche hasta un refugio situado a 400 metros de la entrada. El paseo permite disfrutar de vistas privilegiadas del valle y, con algo de suerte, observar fauna como corzos o jabalíes. Esta cueva, discreta pero fascinante, se ha convertido en uno de los enclaves más sorprendentes del patrimonio natural leonés.

Una joya natural permanece oculta entre las montañas del norte de León, alejada de los focos turísticos y solo accesible para quienes se animan a caminar por una pista forestal señalizada. En esta zona de alto valor geológico, el visitante puede descubrir una cavidad que, a pesar de su reducido tamaño, atesora un paisaje subterráneo único forjado durante milenios.

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