Las espectaculares y desconocidas pozas que están a dos horas de Madrid: en un bonito pueblo negro y con dos cascadas

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Un conjunto de cascadas encajadas entre rocas y vegetación silvestre esconde un enclave poco conocido a apenas dos horas de Madrid. El camino hasta este rincón requiere poco esfuerzo y discurre por una zona de excepcional valor paisajístico y arquitectónico, lo que lo convierte en una escapada ideal para los próximos fines de semana.

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Sara Castellanos

Hablamos de las Pozas del Aljibe, situadas en el precioso término municipal de Roblelacasa, dentro de la ruta de los Pueblos Negros de Guadalajara. Este núcleo, caracterizado por sus edificaciones en pizarra, es el punto de partida de un sendero de 3,3 kilómetros que conduce hasta dos espectaculares caídas de agua que alcanzan hasta 12 metros de altura. La primavera, tras un marzo especialmente lluvioso, ofrece ahora el mejor momento para visitarlas.

Cómo llegar a las Pozas del Aljibe

El itinerario comienza a pie desde la entrada de Roblelacasa (donde hay un gran aparcamiento gratuito) y atraviesa una zona de monte bajo con jaras, robles y chaparros. Tras cruzar una antigua fuente y un pequeño portón de madera, el camino enlaza con una pista forestal que desciende suavemente hacia el valle del Jarama. A medida que se avanza, la vista se abre hacia el pico Ocejón (que aún conserva nieve en su cima), una de las cumbres más representativas del entorno, hasta llegar al mirador desde donde se contempla el salto de agua en todo su esplendor.

Quienes deseen prolongar el paseo pueden enlazar con rutas como el PRGU-09, que conecta El Espinar con las pozas, o continuar hasta el puente de los Trillos para acercarse a las ruinas del despoblado de Matallana. El recorrido total, de ida y vuelta, se realiza cómodamente en unas tres horas (son menos de 7 kilómetros) y permite disfrutar de un entorno sin excesivas masificaciones, ideal para desconectar sin alejarse demasiado de la capital.