'National Geographic' destaca esta península de Canarias con dunas fósiles, playas vírgenes y rutas sin carreteras
Paisajes áridos, barrancos erosionados y una sensación de aislamiento convierten esta zona de Fuerteventura en un lugar único en las Islas Canarias
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Un estrecho corredor de arena conecta esta tierra extrema con el resto de la isla. Desde el aire, la forma recuerda a una lengua volcánica que se adentra en el mar, alejada del bullicio turístico y ajena al asfalto. Se trata de una de las regiones más remotas del archipiélago canario, donde la civilización parece terminar y la naturaleza impone su propio ritmo.
Se llama Jandía y ocupa el extremo sur de Fuerteventura. La revista National Geographic la describe como un “verso libre y aislado” dentro del paisaje canario, y subraya que su belleza reside en la falta de comodidades modernas. “Donde se acaba la carretera, empieza la aventura”, señala el reportaje, que expone las singularidades geológicas, ecológicas y culturales de esta península singular.
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— Viajes National Geographic (@ViajesNG) March 22, 2025
Uno de los aspectos más llamativos es el istmo de La Pared, una franja llana de arena formada por siglos de acumulación de material biodetrítico, donde se encuentran dunas fósiles, barrancos erosionados y playas para surfistas como la del Viejo Rey. A través de este istmo discurre parte del Camino Natural de Fuerteventura, una red de senderos que invita a recorrer la zona a pie, atravesando paisajes áridos y escarpados.
Playas remotas, faros y vistas de otro mundo
Desde Morro Jable, última población del sur insular, solo es posible avanzar por caminos de tierra. Uno de ellos conduce al Faro de Punta Jandía, considerado el “fin del mundo” por la sensación de aislamiento que provoca. Otro se desvía hacia el mirador de Cofete, desde donde se divisa una playa virgen de 12 kilómetros bajo un macizo volcánico de más de 800 metros de altitud. “La carretera se convierte en polvo, y el polvo en asombro”, sintetiza el reportaje.
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También se destaca el Pico de la Zarza, la cumbre más alta de Fuerteventura, accesible por una ruta de montaña con vistas al océano. Desde allí, los senderistas pueden contemplar el contraste entre las laderas cubiertas de cardones y el inmenso arenal de Cofete, que figura entre las playas más espectaculares y menos accesibles de España.
El reportaje menciona además enclaves singulares como la Playa de los Ojos, conocida por su cueva marina, o la Villa Winter, cuya historia mezcla hechos reales y leyendas sobre espías y refugios nazis. Todo ello hace de Jandía un lugar que, más que visitarse, se atraviesa lentamente, con muchas cosas por descubrir.
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Un estrecho corredor de arena conecta esta tierra extrema con el resto de la isla. Desde el aire, la forma recuerda a una lengua volcánica que se adentra en el mar, alejada del bullicio turístico y ajena al asfalto. Se trata de una de las regiones más remotas del archipiélago canario, donde la civilización parece terminar y la naturaleza impone su propio ritmo.