Estaban ahí y no lo sabías: 5 saltos de agua que no puedes perderte en Toledo

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Toledo sorprende más allá de su patrimonio monumental. En sus inmediaciones, existen cinco enclaves naturales poco conocidos que ofrecen una experiencia distinta a la habitual visita cultural. Aunque muchos pasan junto a ellos sin advertir su presencia, estos parajes esconden cascadas de gran belleza que se pueden visitar sin salir del término municipal.

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Sara Castellanos

Estos rincones, integrados en senderos y zonas verdes de la ciudad, están formados por pequeños saltos de agua vinculados a arroyos como el de la Degollada o el de la Rosa. La Cascada de la Degollada, próxima al Valle, destaca por su caída vertical, mientras que la Cascada Alta de la Degollada añade un punto de serenidad al paisaje. Ambas son ideales para una ruta corta, lejos del bullicio turístico y con un entorno que invita a la contemplación.

Cascadas escondidas en plena ciudad

Otra opción es la Cascada Baja del Morterón, ubicada en la urbanización Montesión, rodeada de vegetación y con un caudal que varía según la temporada. En el Camino Natural del Tajo, a la altura del barrio de Santa Bárbara, se halla la Cascada de la Rosa, un salto modesto pero muy accesible. Además, el Azud de San Sebastián, junto al Molino de Romayla la Nueva, aporta un valor histórico al recorrido natural.

Estas cascadas urbanas permiten descubrir una cara poco habitual de Toledo. Representan una alternativa para quienes desean conectar con el entorno sin realizar grandes desplazamientos. Ahora que las lluvias han llenado todos los caudales, es un buen momento para verlas en su máximo explendor. Respetar la fauna y la flora de estos espacios es esencial para conservar su valor natural y su singularidad.