El bonito pueblo de España que tienes que visitar sí o sí: con la feria más antigua de Galicia y una catedral a la que denominan ‘la arrodillada’

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Existe un lugar en España donde el tiempo parece haberse detenido, un enclave que ha sabido conservar su esplendor a lo largo de los siglos. Este destino, ligado al Camino de Santiago, alberga una de las festividades más antiguas del país y un templo con un apodo que lo hace inconfundible. Sus calles adoquinadas y su patrimonio monumental lo convierten en un destino imprescindible para quienes buscan algo especial en un mismo lugar.

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Sara Castellanos

Se trata de Mondoñedo, una localidad de Lugo con apenas 3.500 habitantes, cuya Catedral de la Asunción ha sido declarada Monumento Nacional desde 1902 y forma parte del Patrimonio de la Humanidad junto al Camino Norte. Su peculiar fisonomía, con una estructura baja y sin escalinatas, le ha valido el sobrenombre de ‘la arrodillada’. Construida en el siglo XIII, combina estilos románico, gótico y barroco, y alberga un destacado museo catedralicio con piezas de gran valor artístico y religioso.

La feria más antigua de Galicia

Además de su legado arquitectónico, Mondoñedo es conocida por acoger la Feria de As San Lucas, celebrada sin interrupción desde 1156. Esta feria, centrada originalmente en el comercio de ganado, ha evolucionado hasta convertirse en un evento cultural y turístico de primer nivel. Declarada Fiesta de Interés Turístico Gallego, se encuentra en proceso de reconocimiento a nivel nacional. Durante sus jornadas, la localidad se llena de exhibiciones ecuestres, mercados tradicionales y espectáculos que atraen a visitantes de toda España.

Pero Mondoñedo no es solo historia y tradición. Entre sus calles se encuentra el pintoresco barrio de Os Muíños, un rincón donde el agua y la piedra conviven en armonía, reflejando el pasado artesanal de la localidad. Y para completar la experiencia, nada mejor que degustar la emblemática tarta de Mondoñedo, un postre de hojaldre, bizcocho borracho y cabello de ángel que ha conquistado incluso los paladares de la Casa Real. Un destino que, por su riqueza patrimonial y cultural, merece ser descubierto y disfrutado.