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El pueblo extremeño con un balneario de termas romanas del siglo II y aguas medicinales perfectas para relajarse
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BIENESTAR E HISTORIA

El pueblo extremeño con un balneario de termas romanas del siglo II y aguas medicinales perfectas para relajarse

El balneario con termas romanas de Alange, en Extremadura, combina historia y bienestar en un entorno natural único. Sus aguas mineromedicinales y su legado romano lo convierten en un destino imprescindible para el turismo termal

Foto: Vista panorámica de este pueblo extremeño con un balneario que es Patrimonio de la Humanidad (Ayuntamiento de Alange)
Vista panorámica de este pueblo extremeño con un balneario que es Patrimonio de la Humanidad (Ayuntamiento de Alange)

Las aguas termales con propiedades medicinales han sido un atractivo desde tiempos antiguos, y hay un rincón en Extremadura que conserva esa tradición con un legado histórico impresionante. Rodeado de naturaleza y con un entorno en el que el agua es protagonista, este pueblo esconde un balneario con termas romanas que han sido utilizadas durante siglos. Este lugar, que combina historia y bienestar, se ha convertido en un destino perfecto para quienes buscan relajación y turismo cultural.

La riqueza arqueológica de la zona es evidente en los vestigios que aún se conservan de su pasado romano. Las antiguas termas, que fueron construidas en el siglo II, han sido restauradas con el tiempo, permitiendo que los visitantes puedan experimentar un baño al estilo de la época imperial. Su fama no se limita a sus aguas , ya que la localidad también ha sido testigo de la presencia de diferentes civilizaciones que dejaron su huella en su arquitectura y tradiciones.

Foto: El recinto termal junto al lago de aguas medicinales más grande de Europa (Balneario Termas Pallarés)

El nombre de este pueblo es Alange, un enclave situado en la provincia de Badajoz y que debe su identidad a la influencia árabe. Su balneario, declarado Patrimonio de la Humanidad, sigue siendo uno de los más reconocidos del país, combinando las antiguas estructuras romanas con modernas instalaciones. Su historia y el poder curativo de sus aguas lo convierten en un destino imperdible para los amantes del turismo termal.

Qué ver y hacer en Alange

Explorar Alange es adentrarse en una villa con un pasado fascinante y un entorno natural envidiable. Su castillo, construido en el siglo IX sobre el cerro de la Culebra, es una visita imprescindible. Aunque en la actualidad solo se conservan algunos restos y la torre del homenaje, el recorrido ofrece vistas panorámicas espectaculares del embalse de Alange y los paisajes de la comarca.

El patrimonio religioso de la localidad también es relevante. La iglesia de Nuestra Señora de los Milagros, de estilo gótico-mudéjar, es uno de sus edificios más emblemáticos y ha sido catalogada como Monumento de Interés Histórico-Artístico. Muy cerca del balneario se encuentra la ermita de San Bartolomé, otro lugar de interés para quienes buscan conocer el legado cultural del municipio.

Las actividades al aire libre son otro de los grandes atractivos de Alange. Su embalse permite la práctica de deportes náuticos como el piragüismo, la vela y el windsurf, además de ser un lugar perfecto para la pesca y el senderismo. La riqueza natural de la zona también es destacable, con rutas que permiten disfrutar de su flora y fauna autóctona, haciendo del pueblo un destino ideal para los amantes de la naturaleza.

El balneario: bienestar e historia en un solo lugar

Las instalaciones del Balneario de Alange combinan historia y modernidad, ofreciendo una experiencia única a sus visitantes. Sus dos termas romanas circulares, cubiertas con cúpulas de piedra, son su mayor atractivo y han sido reconocidas como parte del conjunto arqueológico de Mérida, declarado Patrimonio de la Humanidad. Estas aguas mineromedicinales han sido utilizadas durante siglos por sus beneficios para la salud.

El balneario no solo mantiene en funcionamiento las termas originales, sino que ha ampliado sus servicios con modernas terapias de bienestar. Piscinas de hidromasaje, duchas escocesas, baños de vapor y tratamientos de belleza como masajes y exfoliaciones forman parte de su oferta. También cuenta con un área de relajación al aire libre, perfecta para disfrutar de un entorno tranquilo y rodeado de naturaleza, y con una gama de productos de cosmética.

Alange es, sin duda, uno de los destinos termales más especiales de España, donde el pasado y el presente se fusionan en un entorno único

Para quienes visitan el balneario por primera vez, es posible realizar visitas guiadas para conocer su historia (todos los días a las 14:00 y las 19:30 horas y por 4 euros) y descubrir los secretos de este enclave termal. Además, los hoteles cercanos, como el Gran Hotel Aqualange y el Hotel Varinia Serena, ofrecen alojamiento con acceso directo a las instalaciones, permitiendo disfrutar de una estancia de total desconexión y bienestar.

Las aguas termales con propiedades medicinales han sido un atractivo desde tiempos antiguos, y hay un rincón en Extremadura que conserva esa tradición con un legado histórico impresionante. Rodeado de naturaleza y con un entorno en el que el agua es protagonista, este pueblo esconde un balneario con termas romanas que han sido utilizadas durante siglos. Este lugar, que combina historia y bienestar, se ha convertido en un destino perfecto para quienes buscan relajación y turismo cultural.

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