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Descubre la curiosa historia de este monasterio en el que Isabel la Católica tenía una estancia propia: BIC y en un enclave único de la naturaleza
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No confundir con la ermita de San Frutos

Descubre la curiosa historia de este monasterio en el que Isabel la Católica tenía una estancia propia: BIC y en un enclave único de la naturaleza

En un paisaje natural de gran belleza, se esconden los vestigios de un antiguo monasterio con una historia poco conocida. Sus muros, que acogieron a figuras clave de la monarquía, aún conservan el misterio de un pasado fascinante

Foto: El monasterio en el que Isabel la Católica tenía una estancia propia en mitad de la naturaleza. (Segovia un buen plan)
El monasterio en el que Isabel la Católica tenía una estancia propia en mitad de la naturaleza. (Segovia un buen plan)

Oculto en un enclave natural impresionante, este monasterio en ruinas guarda una historia llena de misticismo y relevancia histórica. Sus muros, testigos del paso de figuras clave en la historia de España, aún se alzan en un paisaje espectacular que pocos visitantes llegan a explorar.

Se trata del Monasterio de Nuestra Señora de la Hoz, ubicado en el Parque Natural de las Hoces del río Duratón, en Segovia, y al que no hay que confundir con la ermita de San Frutos. Fundado en el siglo XIII por la orden franciscana, este monasterio no solo acogió a monjes devotos, sino que también tuvo la distinción de ser un lugar frecuentado por Isabel la Católica. La reina ordenó su reconstrucción en 1492 tras un derrumbe y se reservó una estancia propia en el recinto. Años después, Felipe II impulsó nuevas ampliaciones, consolidando su importancia.

El monasterio desempeñó un papel clave en la región durante siglos, extendiendo su influencia a poblaciones cercanas. En 1680, se convirtió en el primer colegio de misioneros de España. Sin embargo, su declive comenzó con la desamortización de Mendizábal en 1835, que forzó su abandono y lo sumió en la ruina. En 2012, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Castilla y León, un reconocimiento que ha permitido impulsar esfuerzos para su preservación.

Cómo visitar el Monasterio de la Hoz

Actualmente, acceder a las ruinas depende del caudal del río Duratón. Es posible llegar a pie cuando el nivel del agua lo permite o admirarlo desde distintos miradores. También es una opción alcanzarlo en piragua, lo que ofrece una perspectiva única del enclave. La Asociación Amigos del Convento de la Hoz trabaja en la conservación de este lugar, organizando actividades que mantienen vivo su legado.

Oculto en un enclave natural impresionante, este monasterio en ruinas guarda una historia llena de misticismo y relevancia histórica. Sus muros, testigos del paso de figuras clave en la historia de España, aún se alzan en un paisaje espectacular que pocos visitantes llegan a explorar.

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