Ni Altamira ni El Soplao: esta es la cueva más sorprendente de Cantabria que querrás visitar en Semana Santa y fue declarada Patrimonio de la Humanidad

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Cantabria es un auténtico paraíso para los amantes de la arqueología y la historia prehistórica. Su territorio alberga algunas de las cavidades más emblemáticas del mundo, con un legado de arte rupestre y yacimientos que han permitido descifrar claves fundamentales sobre la evolución humana. Aunque Altamira y El Soplao suelen acaparar la atención, hay una cueva menos conocida que sorprende por su inmenso valor arqueológico y su riqueza artística, convirtiéndola en una visita imprescindible esta Semana Santa.

El Pendo, situada en Escobedo de Camargo, es una joya oculta en el subsuelo cántabro que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008. Su importancia radica en la gran cantidad de vestigios que conserva, ofreciendo una ventana a 80.000 años de historia. Los estudios realizados en esta cavidad han permitido entender la vida de los neandertales y de los primeros Homo sapiens en la región. Además, su espectacular friso de pinturas rupestres, con figuras de ciervas de más de 20.000 años de antigüedad, la convierte en una de las mejores representaciones del arte prehistórico en España.

Los visitantes que se adentran en esta cueva encuentran un espacio de dimensiones monumentales, con una entrada de 22 metros de ancho que da paso a un interior en el que el tiempo parece haberse detenido. Las investigaciones realizadas en El Pendo han llevado a algunos expertos como Edgar Camarós a describirla como una "enciclopedia" de la evolución humana, ya que permite estudiar la progresión cultural desde el Paleolítico hasta la Edad Media. Esta característica la distingue de otras cuevas de Cantabria, convirtiéndola en un yacimiento clave dentro de la arqueología europea.

Está fuera del radar de los turistas

Para quienes buscan un plan diferente en Semana Santa, esta cueva ofrece visitas guiadas en las que es posible recorrer sus galerías y conocer de primera mano cómo vivieron nuestros antepasados. Su ubicación, cercana a la bahía de Santander, facilita el acceso y la convierte en una escapada perfecta para disfrutar en familia o con amigos.

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Jorge García González

Además, el recorrido está acondicionado para que cualquier persona pueda apreciar la majestuosidad de sus pinturas y su entorno natural único. Las entradas se adquieren en la página web cuevas.culturadecantabria.com, y tienen diferentes precios: 7,50 para grupos de un mínimo de diez personas, 15 euros para adultos mayores de 13 años, entrada reducida (jubilados, desempleados, estudiantes, familia numerosa, discapacidad igual o superior al 65%) por 7,50 euros, al igual que los niños de 4 a 12. Los únicos que pueden acceder de forma gratuita son los niños de 0 a 3 años, ambos inclusive.

Con un valor histórico innegable y una belleza que deja sin palabras, El Pendo se posiciona como una de las cuevas más sorprendentes de Cantabria. Su combinación de arte rupestre, vestigios arqueológicos y un entorno espectacular la convierte en una opción inigualable para quienes desean explorar el pasado en una de las regiones con mayor riqueza prehistórica del mundo.